De la ira, rabia y enojo más intensos a la autodestrucción puede haber un paso. El que han dado, al menos de forma metafórica, los metaleros de Amurrio, Izatefaltsua, que han vuelto al estudio de grabación para firmar el cuarto trabajo discográfico de su trayectoria, iniciada allá por 2004 y sin contar la maqueta con la que se dieron a conocer un año después.
Veinte años, que se dice pronto, en los que la madurez de la formación no les ha servido para variar ni un ápice su negra perspectiva del mundo y, por tanto, la fuente de inspiración de la fuerte crítica social que emana de la mayoría de sus temas. “Seguimos igual de negativos o más, el panorama de guerra y muerte que están padeciendo en áreas como la franja de Gaza, o la adicción a aparentar y exhibirse en redes sociales que sufre la supuesta civilización occidental, no invita más que a hablar y reflexionar en torno a distintas formas de autodestrucción humana”, señalan.
"Quitando los festivales, el metal es un estilo que ha desaparecido de las calles, es difícil encontrar alguna fiesta o evento que programe o tenga en cuenta este tipo de música"
De hecho, el nuevo trabajo es un EP conceptual de cuatro temas que ahonda en estas cuestiones. Lleva por título Autosuntsipena y ha tomado forma, entre los días 6 y 19 de mayo, en los Silverstar Studios de Gasteiz, a las órdenes del técnico de sonido Iker Bengoa que, esta vez, ha tomado parte desde la grabación, hasta las mezclas y la masterización de la criatura. “Ya sabíamos que el sonido resultante iba a ser más gordo y definido, exactamente lo que buscábamos, y queríamos a alguien que nos exprimiera un poco, aportara su opinión y corrigiera, porque lo ve de fuera, conoce muy bien este estilo y te indica; la experiencia no ha podido ser más satisfactoria”, matizan.
Por fascículos
Lo que sí ha cambiado en Izatefaltsua es la estrategia comercial ya que, de momento, Autosuntsipena llegará por fascículos y sin posibilidad de adquirirse en formato físico. “Aunque somos un poco contrarios a la moda actual del uno a uno, hemos decidido lanzar cada uno de los nuevos temas, reforzado con un videoclip, a través de todas las plataformas digitales, cada mes o mes y medio y desde la primera o segunda semana de junio, a ver cómo funciona”, aporta Sagu, baterista del grupo desde su fundación, junto al guitarrista Koldo Moro, que fueron quienes recibieron a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA en el estudio de grabación y en plena labor de mezclas.
Aunque son más del sistema clásico, no obvian que el esfuerzo económico que conlleva lanzar un disco, en estos tiempos que corren, no se ve recompensado. “La novedad hace que, de repente, estés ahí, pero a la segunda o tercera semana, se olvidan de ti. Estamos en la sociedad del usar y tirar y la gente consume más canciones sueltas que discos en su conjunto, y más si son vídeos que se pueden compartir de forma sencilla, es lo que hay”, lamentan. Con todo, su intención es grabar un segundo EP, con el mismo sistema “en un próximo paso, esperemos no muy lejano, con la idea de fusionar los dos en un vinilo a doble cara”, adelantan.
De lograrlo, sería sin duda una bonita forma de celebrar su vigésimo aniversario, pero todo dependerá de lo que tarden en ahorrar para permitirse volver al estudio de grabación. “Cada vez cuesta más. Quitando los festivales, el metal es un estilo que ha desaparecido de las calles, es difícil encontrar alguna fiesta o evento que programe o tenga en cuenta este tipo de música. Eso, que es lo que más dinero te daba, ha muerto, igual que la venta de CD, y las camisetas te las compran tus amigos. Es todo muy complicado y, además, nosotros estamos en tierra de nadie dentro del propio metal, ya que somos blandos para los más extremos, y demasiado extremos para los seguidores de las corrientes más melódicas”.
Sin directos
Asimismo descartan retornar a los escenarios en un tiempo. “No hemos querido programar bolos ni ninguna gira de presentación del nuevo material, queremos tantear cómo funciona este sistema de ir lanzando cada tema, de uno en uno, y dar espacio para que la gente se los aprenda, y luego ya se verá”, apostillan, quienes el pasado martes en las instalaciones de Burubio, se pusieron a las órdenes del músico y cineasta de Amurrio, Luis Vil, para rodar el videoclip de Heriotza, el primer single adelanto de su nuevo EP, que prevén lanzar el 12 de junio. “Ya tenemos también preparado un segundo, en plan making off, con imágenes grabadas en el estudio”, avanzan.
Cada tema, asimismo, tendrá su carátula de presentación que, como en el caso de los dos últimos álbumes de la formación, han sido creadas por el frontman del grupo, Rubi, dado su trabajo de tatuador. Diseños basados en el tatuaje tradicional japonés y muy coloristas que, en realidad, corresponden a un único artwork, puesto que la imagen que acompañará a cada tema se ha extraído de la portada que revestirá al EP cuando tome forma física.
Izatefaltsua inició su discografía en 2008 con el lanzamiento de Adi, que fue grabado en los estudios Haziak con Gorka Jaén. De sus inicios solo se mantienen en la formación el baterista Sagu y el guitarrista Koldo, aunque para su segundo álbum (Zaratak agindu dezan!, de 2015) ya contaban en sus filas con el voceras Rubi y el guitarrista Beñat Aginako. El último en llegar ha sido el bajista Javier Palacios, que entró en sustitución de Lander, en pleno lanzamiento del tercer álbum, Amorru bizia, de 2020, aunque fue él junto a Karlos Osinaga quien produjo el segundo disco de esta formación que, por encima de modas, sigue apostando por un metal de guitarras gruesas y ritmos modernos, sin olvidar cierta dosis de melodía, y letras en euskera.