Este viernes por la tarde, en el marco del Festival de Cine y Derechos Humanos de Donostia, el Teatro Victoria Eugenia acogerá el estreno de Muerte en Amara, del gasteiztarra Aitor González de Langarica. El filme de carácter documental sitúa al espectador en 1960, ante el fallecimiento de un bebé de 20 meses tras estallar una bomba.
Según explican desde la productora alavesa Área Audiovisual, la cinta sigue la investigación de Gaizka Fernández y Manuel Aguilar sobre el caso de Begoña Urroz, una niña de 20 meses asesinada en un atentado con bomba en la estación de Amara de Donostia en 1960.
Era la primogénita de un joven matrimonio, natural de Beintza-Labaien (Navarra), que había emigrado a Gipuzkoa en busca de una vida mejor. La justicia franquista cerró el caso sin detener a nadie.
La investigación
En el año 2000 Ernest Lluch devolvió a la actualidad esta historia haciendo una polémica revelación: afirmaba haber descubierto que Begoña fue la primera víctima de ETA. Siguiendo esta idea, en 2010 el Congreso de los Diputados reconoció a Begoña como la primera víctima mortal de ETA, algo que quedó reflejado al año siguiente con la aprobación por unanimidad de la Ley de Reconocimiento y Protección Integral a las Víctimas del Terrorismo. El caso parecía esclarecido definitivamente.
Sin embargo, algunos historiadores y periodistas pusieron en duda esta versión oficial, por falta de pruebas que la respaldasen. Sugerían una hipótesis alternativa: el DRIL (Directorio Revolucionario Ibérico de Liberación). Se trataba de una olvidada y misteriosa organización hispano-portuguesa, formada por opositores a las dictaduras franquista y salazarista, exiliados en Cuba y Venezuela.
Ahí pone el foco esta película que cuenta con participación de EiTB Media, así como con ayudas del Gobierno Vasco, Diputación Foral de Álava, Gobierno de Navarra, Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz, Ayuntamiento de Donostia, Fundación Centro Memorial de Víctimas del Terrorismo y Gogora.