El instante presente. Sencillo de escribir. Imposible de atrapar. Entre quienes viven pensando más en lo que vendrá y quienes parecen anclados a la nostalgia de lo que no regresará, el fotógrafo Aitor Salazar y el pintor León Ruiz se buscan para compartir el aquí y el ahora. Las paredes de ¶espazioa son el lugar. Une es el nombre de este momento conjunto que este viernes vive su inauguración.

En concreto, la apertura de la exposición se producirá a partir de las 19.30 horas en el local de la calle Costa Rica, donde a pintura y fotografía se unirá otro elemento importante, la música. A ese momento compartido se unirán varias voces jóvenes de la escena rapera de Gasteiz. Bueno, y el público, que podrá tener sus propios instantes dentro de esta muestra hasta el 2 de mayo.

“Puede que no nos demos cuenta pero en los momentos, incluso en los más pequeños, está la pura esencia de la vida”, recuerda Ruiz. Es uno de los objetivos que ambos creadores persiguen con esta exposición conjunta, recordar que “hay que aprender a vivir el ahora, el presente”, remarca Salazar.

Parte de la exposición de Aitor Salazar y León Ruiz Josu Chavarri Erralde

Diálogo vital

Fue en Errekaleor donde ambos se conocieron. Al fotógrafo le llamó la “pintura intuitiva” de Ruiz y aunque, principio, su idea era animar a que el pintor hiciera una exposición en solitario, al final terminaron transformando la propuesta para ¶espazioa. Otro momento tal vez pequeño pero que ha tenido una consecuencia importante.

De esta forma, pinturas y fotografías establecen un diálogo en el que las obras de Ruiz, varias realizadas de manera específica para la ocasión, marcan el camino. Son creaciones que toman como punto de partida experiencias y vivencias personales, aunque, al final, cualquier persona pueda sentirse identificadas con momentos de amor, de dificultad, de sueños...

A ese planteamiento, el fotógrafo se ha ido “acoplando”, aportando a la conversación un buen número de imágenes en blanco y negro tomadas a lo largo de los últimos diez años. Son instantáneas captadas en calles, plazas y caminos de países lejanos y lugares cercanos, situaciones de vida que le sirven al propio autor incluso como diario personal. “Casi se me olvida lo que no fotografío”, sonríe.