A lo largo de la actual temporada de abono de la Banda Municipal de Música de Gasteiz, la figura de Óscar Navarro está más que presente puesto que la agrupación, por primera vez, está contando con un compositor residente. Su obra, por tanto, está siendo protagonista en un curso que se cerrará con el estreno de una pieza que el autor está preparando de manera específica para la formación de la capital alavesa.
Pero dentro de esta intensa relación a lo largo de estos meses, Navarro y la Banda van a ofrecer este miércoles una cita especial al público. En el Principal se presentará un programa centrado en las composiciones del autor, quien, además, se subirá a las tablas de la calle San Prudencio en calidad de director invitado. Así sucederá a las 19.30 horas, quedando solo entradas en el anfiteatro segundo.
“Llevo desde muy joven compaginando ambos papeles y, de momento, el Óscar compositor y el Óscar director se entienden bien”, sonríe el también clarinetista y pedagogo musical. “Es importante poder dirigir tu obra, te ayuda a trasladarla a los músicos y también al público tal y como la tienes concebida”, apunta el alicantino, que reconoce sentirse muy agradecido ante la invitación realizada por la Banda para compartir esta temporada de manera tan estrecha. “Me hace muy feliz poder estar aquí”.
“Más que un concierto”
Esta nueva cita con la Banda va a venir también marcada por ese eje que la Banda ha querido dar a su actual programación. Las diferentes artes están teniendo un peso específico y esta vez es la literatura la que va a tener un papel protagonista, como explica el director titular de la formación, Luis Orduña.
Además, tanto él como Navarro anticipan que el recital va a ser “más que un concierto” para convertirse en “una experiencia” donde lo visual va a tener un peso específico. Sucederá así con Oconomowoc, una pieza con la que viajar, al inicio del recital, a Estados Unidos. Después llegará Leyendas, donde se distinguirá el papel de Lander Fernández como clarinete solista.
“Es un concierto complejísimo y muy exigente para Lander”, dice Orduña, consciente, eso sí, de que el intérprete va a estar más que a la altura de las circunstancias. “Para mí, esta obra es todo un reto”, admite el aludido, ya que, como describe Navarro, “no solo tiene que tocar, también tiene que hacer de narrador” a través de las historias que relata la composición.
De ahí se pasará a The mountains of Switzerland, “otro viaje” a través de una “obra muy descriptiva” que también cuenta con un destacado “impacto visual”, a juicio del compositor y director invitado, quien avanza que, “si el público quiere”, habrá una “sorpresa” final. De momento, todo el aforo está vendido salvo el mencionado anfiteatro segundo.