El lehendakari Iñigo Urkullu destacó ayer el “incontestable” compromiso con los derechos humanos del artista Agustín Ibarrola, fallecido a los 93 años en el Hospital de Galdakao, y transmitió el pésame a sus familiares y allegados.
“Hoy (por ayer) es un día triste. Su legado es el de un artista de vanguardia excepcional, que se quedará para siempre”, dijo el lehendakari y añadió: “Su compromiso con los derechos humanos ha sido, también, siempre incontestable”.
Por su parte, la directora de Artium, Beatriz Herráez, apuntó que “la figura de Agustín Ibarrola es fundamental para aproximarse a la renovación de los lenguajes del arte en el País Vasco y en España desde mediados del siglo XX. Ha sido un referente en el ámbito del arte, pero también por su compromiso político”.
Además recordó que “en la colección permanente del Museo de Arte Contemporáneo del País Vasco Artium Museoa su presencia es central junto a un importante grupo de artistas que se opusieron a la dictadura franquista. Trabajos como Unión (1973-1975) y los Paisajes de Euskadi (1975-1980) también dan cuenta de su vinculación al movimiento obrero y de su comprensión del arte como espacio activo para la transformación social”.
El portavoz del Gobierno Vasco y consejero de Cultura y Política Lingüística, Bingen Zupiria, destacó que Ibarrola fue una “referencia de la cultura vasca” y destacó además su “compromiso con la sociedad”.
Zupiria subrayó que, con su muerte, se ha perdido a una “referencia muy importante de la cultura vasca” e incidió en que el pintor y escultor representaba “una buena muestra de la diversidad” de la cultura vasca, siendo “uno de los nombres propios del arte vasco”.
“Ibarrola nos ha dejado pero él quedará en sus obras, que tienen una buena representación en las colecciones públicas de este país. En la mayor parte de los museos vascos existe un representación destacada de su obra”, valoró.
En parecidos términos se expresaron a lo largo del día de ayer diferentes voces tanto de la política como también del sector cultural, recordando a la figura de Agustín Ibarrola. – DNA