El escritor británico Ken Follett regresa con el lanzamiento de La armadura de la luz (Plaza & Janés), la quinta novela con la que pone fin a la saga Los pilares de la Tierra. “Llevo cinco libros de esta saga y pienso que son suficientes. Creo que hay que dejarlo antes de que los demás se aburran, no después. Y por eso creo que este es el final”, afirmó ayer.

En la presentación del quinto volumen de Los pilares de la Tierra, celebrada en la Real Fábrica de Tapices de Madrid, Follett (1949, Cardiff, Gales) añadió que “no es que haya hecho un voto” de no volver a escribir, pero con este libro quiere terminar un ciclo que comenzó hace más de tres décadas. “Ha sido genial. Por cierto, amo a Kingsbridge, los lectores aman a Kingsbridge y creo que es suficiente”, declaró.

El autor británico, que ha vendido más de 188 millones de ejemplares de sus 36 libros publicados en más de 80 países y en 33 idiomas, explicó que en sus libros le gusta que “el drama surja de la Historia misma”. “Las historias son sobre los personajes y sus vidas, sus amores, sus temores, sus esperanzas, pero todo proviene de la Historia, que yo siento que hace la historia más real”, sostuvo. De hecho, en este caso el autor vuelve a Vitoria en el marco de la guerra contra las tropas francesas de Napoleón.

En su nueva novela, Follett traslada al lector a la revolución industrial, viéndose la vida de los personajes trastocada por la llegada de las máquinas. “Generó conflictos enormes. Algunas personas perdieron su trabajo. Otras hicieron muchísimo dinero”, destacó el autor.

En paralelo, la guerra entre Gran Bretaña y Francia, que afectará a todo el continente europeo durante años, y la subida de los “elevadísimos” impuestos para sufragar la guerra perfilan el escenario en el que transcurre La armadura de la luz. El precio del pan se duplicó en esos años, indicó Follett, que añadió que en la novela se refleja “la revuelta de las amas de casa”, que irrumpieron en las panaderías para robar pan para sus familias.

Además, los soldados de Kingsbridge irán a la guerra, a los campos de batalla en Waterloo, Vitoria y Ciudad Rodrigo. Al volver a casa deberán enfrentar los mismos conflictos y problemas que dejaron antes de partir al frente. “Estos son los dramas que aparecen”.

Conflicto

En este nuevo trabajo, Follett apuesta por una mujer protagonista. Se trata de Sal, una hilandera que trabaja la lana con su tradicional rueca y que se da cuenta de que esta herramienta está obsoleta por la llegada de las máquinas. No obstante, rápidamente encuentra un trabajo en una fábrica supervisando a la máquina que teje la lana. “La vida para ella empeora en vez de mejorar”. Entonces, Sal se sindica cuando era algo prohibido por ley, habiendo un “conflicto terrible”. “Sin el conflicto no hay historia”.

En relación con el título de su nuevo trabajo, el escritor británico explicó que significa que “la luz, el conocimiento protege como una armadura”. “El conocimiento nos protege, y en el siglo XVIII las personas sin educación sentían que estaban en desventaja”, lidiando contra sus gobernantes, por lo que se educaron así mismos.

Follett apuntó que muchos de sus libros hablan sobre personas que “luchan por la libertad”, por ejemplo, la libertad religiosa, los derechos civiles de las personas afroamericanas o el derecho al sufragio femenino.