Un nuevo curso expositivo se abre este viernes en ¶espazioa con la muestra Un diálogo visual, una conversación abierta al público entre las esculturas de Paco San Miguel y las pinturas de Manuel Tebar. Será a las 20.00 horas cuando se abra de manera oficial la propuesta, que permanecerá en el local de la calle Costa Rica hasta el próximo 26 de octubre.

“Es un encuentro desde la abstracción y desde el uso de la esfera”, apunta el artista y responsable de la sala independiente José Cos. “Bueno, y desde la extrusión”, entendiendo esta como el hecho de “sacar algo que está hundido, también contenido en un lugar o materia”.

Sobre estas bases se establece un diálogo al que cada artista aporta diferentes piezas de sus respectivas producciones, respondiendo el montaje de la muestra y su resultado final a “un proceso muy intuitivo y espontáneo”, según describen ambos creadores antes de la inauguración de este viernes.

Es inconfundible el sello creativo de San Miguel. Aquí vuelve a quedar patente. En el caso de Tebar, esta exposición va a suponer toda una novedad para gran parte del público, puesto que quien durante tantos años ha estado vinculado al teatro, muestra aquí una faz creativa más desconocida.

Fue el escultor quien propuso a ¶espazioa establecer esta conversación con Tebar, también para poder dar a conocer sus creaciones, aunque el pintor ya ha realizado muestras, por ejemplo, en Maeztu, donde reside. Cerca, en Vírgala Menor, se conocieron ambos en los años 80, en el seno de la compañía teatral Bekereke. Fue el inicio de una relación en la que tal vez nunca sospecharon que iban a mostrarse juntos en una sala de arte.

De hecho, la trayectoria de Tebar ha estado vinculada durante décadas al teatro, aunque desde hace ya un tiempo el dibujo y la pintura han tomado protagonismo. Utilizando casi cualquier soporte, desde bolsas de basura hasta cartones, el artista presenta en el local de la calle Costa Rica un amplio abanico de sus trabajos, obras que en varios casos parecen querer escapar de las dos dimensiones. “Improviso mucho”, apunta Tebar, quien encuentro una buena dosis de inspiración en sus “paseos por la naturaleza”.

Junto a él se encuentran las esculturas de San Miguel, donde domina la esfera, aunque también se presentan otras formas, pirámides que rompen con el resto de piezas. “También en mí es muy importante la naturaleza”, apunta el autor, quien presenta juntas dos obras con el tema de la esfera a las que les separan 20 años. “Es como cerrar un círculo”, sonríe.