El comité de patrimonio mundial de la Unesco ha ampliado la zona de protección en torno a los parques arqueológicos de Pompeya y Herculano, tal y como Italia solicitó en 2021 para salvaguardar el paisaje y potenciar el transporte en este enclave único en el mundo.
La nueva área de protección abarca ahora diez municipios y alcanza una extensión de más de 17 kilómetros cuadrados, en comparación con los 0,24 kilómetros que abarcaba la primera declaración del sitio como Patrimonio Universal en 1997, señaló la entidad gestora de los yacimientos en un comunicado.
"La aprobación por parte de la Unesco de la zona de protección 'Pompeya-Herculano-Torre Annunziata' es un resultado importante en la continua valorización, protección y desarrollo sostenible de un territorio rico en testimonios históricos con valor universal", celebró el ministro de Cultura italiano, Gennaro Sangiuliano.
PROTECCIÓN DE LOS YACIMIENTOS ARQUEOLÓGICOS
El Ejecutivo italiano había pedido al organismo internacional ampliar esta zona para proteger el paisaje y las vistas "hacia y desde los yacimientos arqueológicos".
Asimismo insistió en su importancia para el desarrollo cultural, social y económico de la zona ubicada en torno a la célebre ciudad romana destruida por la erupción del Vesubio en el 79 d.C. y cuyas ruinas visitan más de 4 millones de personas al año.
"Hoy tenemos la posibilidad, también gracias a la tecnología digital, de hacer de los sitios alrededor de Pompeya un gran parque generalizado que permita a los visitantes descubrir un área rica en cultura y tradiciones, y esta es nuestra prioridad", afirmó el director del Parque Arqueológico de Pompeya, Gabriel Zuchtriegel.
La entidad ha prometido invertir más de 230 millones de euros en crear la "Gran Pompeya" y mejorar algunos de los problemas que arrastra este enclave, como la falta de medios de transporte y conexiones con la ciudad de Nápoles, hasta donde llegan la mayoría de turistas que luego visitan los yacimientos.
Este verano, la compañía estatal Trenitalia inauguró un tren directo que conecta Roma con el área de Pompeya, aunque el servicio solo se ofrece en días puntuales.
Hasta ahora, los viajeros procedentes de Roma podían llegar en alta velocidad hasta Nápoles (sur), y ahí tomar uno de los 50 trenes regionales que conectan la ciudad con las ruinas de la vecina Pompeya.