El proyecto artístico Bigarren Azala-Segunda piel, con el que la iniciativa Kulturlab de Laudio lleva ya quince meses en la pared de la Avenida Zumalakarregi, a la altura de la Cuesta de San Roque y desde hace tres también en la zona del Malecón de Zubiko difundiendo y potenciando las artes y culturas creativas del municipio, mediante el pegado de murales efímeros en papel, que muestran la obra de los creadores locales, ya tiene nuevas inquilinas. Se trata de las bailarinas locales Leire Sanjurjo e Iratxe Bilbao que han sustituido a la escultora y ceramista, Susana Corbella Eguiluz, que protagonizó los dos murales de agosto, llevando a cuatro fotografías (tres en Zumalakarregi y una en Zubiko Malekoia) su proyecto de danza contemporánea Larriak Azpian.
No en vano, estas jóvenes –una educadora social y la otra integradora social con estudios de terapia de baile-movimiento, aunque ambas comparten interés por el efecto social de la danza– crearon en otoño de 2022 el colectivo Patas de Gansa, con el deseo de llevar adelante sus deseos creativos y, de paso, reivindicar la potencialidad de la danza como herramienta para conocer, comprender y cuestionar el mundo.
En concreto, con la pieza Larriak Azpian (realizada de manera experimental en el espacio Aiaraldea Faktoria del municipio) Sanjurjo y Bilbao persiguen poner en valor el trabajo que realizaban las lavanderas y devolverlas al espacio público que les era propio, mediante una obra que aúna danza contemporánea y tradición, con la intención de llevarla a las plazas, parques y arroyos de los pueblos.
El nombre, Larriak Azpian, es una frase en euskara, utilizada en algunas localidades de Navarra para definir el inicio del largo proceso que conllevaba hacer la colada, que quería decir que había que poner las sábanas en la parte baja de las cubas.
A través de su mirada las autoras quieren reflejar el binomio entre la violencia generada por la exigencia física del trabajo de las lavanderas y, a su vez, el espacio de oxigenación que significaba para ellas tener un tiempo y un espacio de encuentro con sus iguales.
“Es el reflejo de una época en la que los pocos espacios propios que tenían las mujeres para ellas mismas eran aquellos en los que se unían para hacer las tareas del hogar. El modo de estar juntas era compartiendo duros trabajos como este”, subrayan desde el colectivo Patas de Gansa que, con la pieza, pretenden reflejar tanto la opresión de la carga del trabajo forzoso como la fuerza, necesidad y valor del colectivo.
Con estos nuevos murales la iniciativa KulturLab continúa mostrando a través de sus murales la obra artística y creativa de diferentes laudioarras, con el objetivo de poner en valor, visibilizar y dar a conocer las culturas contemporáneas en el municipio de Laudio. “Los murales pretenden ser una ventana a las culturas creativas laudioarras, y por tanto están abiertos a todo tipo de disciplinas culturales creativas, entre las que la danza resulta imprescindible, aunque en este caso sobre la pared tenga que expresarse mediante varias imágenes estáticas”, sentencian desde Laudioko Kulturzaleak, que mantendrá los murales del colectivo Patas de Gansa, hasta que, en octubre, llegue un nuevo cambio de epidermis.