El cuadro se encuentra en el Museo de la Academia de Caballería de Valladolid. Es La batalla de Treviño, de Víctor Morelli. Es una pintura de un tamaño más que destacado. Son 32 metros cuadrados de lienzo, que se dice pronto. En ellos, el pintor quiere atrapar el enfrentamiento vivido el 7 de julio de 1875, durante la Tercera Guerra Carlista.
Con toda la intención es también ahora la imagen de la portada de la primera novela del escritor gasteiztarra Juan Ramón Montero Gilete: 1875-La última batalla. (El anciano, el lobo y el extranjero), publicada por Nimbo Ediciones.
Será este lunes 19 cuando la Casa de Cultura Ignacio Aldecoa acoja a partir de las 19.00 horas la presentación oficial de un libro en el que los hechos históricos y la fantasía terminan cruzando sus caminos. “¿Acaso se puede modificar el destino, cuando en el trasfondo decimonónico de una nueva guerra fratricida, fuerzas mágicas, al margen del conflicto, escenifican la lucha milenaria entre el bien y el poder oscuro?”, se pregunta la editorial alavesa en la descripción de la obra.
“Aquí vas a encontrar una novela de valor, honor, amistad y, sobre todo, lealtad” apunta el autor, quien hace su debut literario con esta obra, aunque, debido a su pasión por la historia, ha colaborado asesorando a varios artículos y publicaciones. “Tenía este argumento en mente desde hace años”, más allá de que sea ahora cuando ha encontrado el tiempo y el aliento necesario para plasmarlo negro sobre blanco.
También aquí hay una motivación extra. “A mi hijo no le gusta leer, como a la gran mayoría de jóvenes de su edad. Bastante tienen con el móvil. Así que le dije: "Voy a escribir un libro para que te empapes un poco de cultura y veas lo que es la historia”. Dicho y hecho. “Dentro de que es un contexto histórico y bélico, lo más importante es la trama que hay detrás. He pretendido que el valor de la amistad prevalezca sobre todo. Me gustaría transmitir a esas nuevas generaciones que en esta vida nos deberíamos mover por otras cosas que no sean el dinero y la posición”.
Un momento especial
El autor subraya su especial querencia por el XIX. “Es el siglo de los siglos”, el momento “que marca España” con acontecimientos que van desde la guerra de la Independencia hasta la pérdida de las colonias. Es el marco temporal en el que se desarrolla un argumento que tiene a Treviño como escenario primordial, una zona que el autor conoce bien ya que residió durante 20 años.
“Investigando constaté que Treviño, en la historia, ha sido muy importante por la posición estratégica que tiene”. Ahí apareció la batalla antes mencionada –que, en realidad, tuvo como epicentro a Zumelzu– y los 98 lanceros del coronel Contreras. “Aprovecho retazos de historia que están en el aire” para ir construyendo la trama. Detrás ha habido mucho trabajo de estudio y documentación, lo que no ha sido tampoco sencillo.
Ahora es el momento del público. “La idea es que la gente se entretenga. Que lea la novela y, de alguna manera, se sienta transportada a esa época”. De hecho, como hay una especial mirada a los jóvenes, “he procurado que sea una lectura ágil”.