El éxito de The Office va a propiciar un nuevo remake que supondrá un giro argumental a su inicial propuesta. La principal novedad es que su protagonista será una mujer, la actriz y cómica australiana Felicity Ward.
La nueva versión de la sitcom creada por los británicos Ricky Gervais y Stephen Merchant se desarrollará en Australia. Ward interpretará a Hannah Howard, directora general de la empresa de embalaje Flinley Craddick. Howard entra en “modo supervivencia” cuando recibe la noticia de que su sucursal de la compañía se dispone a cerrar y tanto ella como el resto del personal tendrá que teletrabajar. Entonces la jefa hace promesas a sus empleados que no puede cumplir y tendrá que ingeniárselas para mantener unida a su “familia de trabajo”.
La trama deja clara otra de las novedades de la versión australiana: no se desarrolla en una oficina física como tal. “La política de la oficina ha cambiado mucho en 20 años, así que estoy impaciente por ver cómo se desenvuelve un David Brent moderno”, cuenta Ricky Gervais a la revista Variety. El cómico británico se muestra “muy emocionado” de que “Australia vuelva a hacer mi pequeña serie de principios de siglo”.
La ficción aussie empezará a rodarse en Sidney a finales de este año con vistas a un estreno en 2024 a traves Prime Video. En un principio serán ocho episodios protagonizados también por Edith Poor, Steen Raskopoulos, Shari Sebbens, Josh Thomson, Jonny Brugh, Pallavi Sharda, Susan Ling Young, Raj Labade, Lucy Schmit y Firass Dirani.
Decimotercera versión
La australiana es la decimotercera versión de la ficción creada por Gervais y Merchant. La más popular es la norteamericana, protagonizada por Steve Carell, como Michael Scott, el incompetente jefe de una sucursal de la empresa papelera Dunder Mifflin. Pese a que había ciertas reticencias al remake, finalmente se llevó a cabo con un enorme éxito de audiencia. Duró nueve temporadas, se rodaron 201 episodios e hizo casi olvidar a la original (muchos espectadores ni siquiera sabían que era una versión). También cuentan con sus propias reinterpretaciones países como Francia, Chile o Israel.
Las claves del triunfo de la sitcom norteamericana hay que buscarlas en sus tramas y en un reparto en estado de gracia. Rodada en tono semidocumental y prácticamente con una sola cámara y al hombro, The Office huye de las clásicas risas enlatadas y del canon habitual de las comedias de media hora de duración, que se rigen por la introducción, seguido del chiste y a continuación el chiste principal.
En realidad, no se basa en bromas, sino en situaciones, tomas y daca entre los personajes que perfectamente podemos hacer su traslación a la vida real.