“Fruto de la incapacidad para escucharnos y de no saber comunicarnos” nace un dolor del que en Hau ez da gerra bat se habla “sin tapujos”, de ese daño “que nos hacemos los humanos” en diferentes niveles de sus relaciones, “ya sea cuando se produce una ruptura sentimental o cuando se da una guerra”. El juego con ese doble escenario es lo que permite a las compañías alavesas Thusia y Psizifaktoria Ideien Laborategia construir esta coproducción que va a vivir su estreno absoluto este miércoles 10 sobre las tablas del Principal.

Eso sí, en este montaje –escrito y dirigido por Mikel Ayllón– poco o nada es habitual o como el gran público suele entender una representación teatral. Para empezar, porque la obra tiene un prólogo que ya está disponible. En la web hauezdagerrabat.eus se puede escuchar una audioficción que permite adentrarse en el ambiente de la pieza. Además, se ha recogido en un vinilo la música que ha creado Igor Arzuaga para la propuesta. Sin perder de vista que hace unas semanas en Hibridalab se representó Bunker, un prólogo en el que los tres personajes de Hau ez da gerra bat dieron a conocer sus vidas.

“Estamos trabajando de una manera muy diferente porque queremos investigar otras formas de crear pero también de llegar a otros públicos”, según la productora Marta Mas, sobre todo con la mirada puesta en aquellas personas que no suelen acudir al Principal o a teatros al uso. Es la base de un montaje que se sirve también del vídeo, la música, la escenografía y la iluminación para “llegar a la gente desde lo emocional, no tanto por lo racional”, añade Ayllón.

En ese contexto, quienes acudan al centenario edificio de la calle San Prudencio conocerán a Lei y Zan, una pareja “cuyo amor agoniza”. “Vamos a ir presentando falsos diálogos porque en realidad los personajes no se escuchan”. Ahí aparecerá Magenta, “un soldado despiadado que asegura venir del frente de una guerra que acaba de estallar”. Así se representará a través de Aiora Sedano, Irati Agirreazkuenaga y Gabriel Ocina.

“Casi ni nos miramos durante toda la obra”, confiesa Agirreazkuenaga, más allá de que existen detalles de los fondos y las formas del montaje que es mejor no desarrollar en exceso. En este “escenario poético y emocional” que se genera en Hau ez da gerra bat hay que dejar que el público “haga con nosotros un viaje” para saber “dónde empezó la incomunicación”, ese mal que en este siglo XXI parece tan extendido.

Así lo explican Thusia y Psizifaktoria Ideien Laborategia, que dicen haber apostado por colaborar “para alejarnos de las inercias y vicios que tiene cada grupo y encontrar una nueva forma de llevar adelante la producción de proyectos escénicos. Fundamentalmente, hemos querido recuperar la idea de entender el teatro como una creación colectiva y actualizar esta visión”, sumando la ayuda del Ayuntamiento de Vitoria y el Gobierno Vasco.