A lo largo de su historia, es la segunda vez que pasa, algo que parece incomprensible teniendo en cuenta la trayectoria de un festival que incluso ha llegado a ser elegido para calificar para los Goya y los Forqué. En la primera ocasión, el certamen de cortometrajes de Gasteiz, cuya realización lideraba en ese momento el Ayuntamiento de la capital alavesa, no se llevó a cabo con la excusa de la crisis económica.
Aún así, Cortada pudo volver tras un paréntesis de un año gracias al trabajo de Kepa Sojo, quien consiguió involucrar al Campus de Álava para tomar el relevo en el timón del veterano evento. Aún ya sin el realizador y su equipo al frente, la Universidad del País Vasco siguió con la propuesta. Eso sí, hasta ahora.
De momento, en 2022 no se va a llevar a cabo. De hecho, justo estos días tendrían que estar llevándose a cabo las sesiones y encuentros con el público, a la espera de la gala final y la entrega de premios. Pero nada de nada. Ni siquiera se ha llegado a hacer la convocatoria, ni se han querido dar explicaciones o argumentos antes la decisión tomada, como ha intentado obtener este periódico entre los responsables del Campus de Álava.
Tampoco se ha querido explicar si este cierre es definitivo o si se está intentando, de cara a 2023, recuperar la trayectoria de 25 ediciones recorrida por un escaparate fundamental para el cortometraje, sobre todo alavés y vasco, un evento por el que en estos años han pasado todos los nombres que hoy están haciendo crecer de manera tan importante al sector audiovisual del territorio.
Ante la falta de explicaciones por parte de la Universidad del País Vasco sobre el futuro de Cortada, lo cierto es que, de momento, el festival no va a celebrar este año su vigésimo sexta edición, siendo la última la llevada a cabo justo hace un año, cuando incluso a pesar de la situación sanitaria, se apostó por llevar a cabo el programa de aniversario. El público volvió a responder, aunque parece que ni eso ha sido suficiente para poder seguir adelante.
Además, cabe recordar que el festival ya no calificaba en las dos últimas ediciones ni para los Goya ni para los Forqué. Habrá que ver si este paréntesis es solo un replanteamiento para retomar el camino más pronto que tarde o si, de manera definitiva, la pantalla alavesa pierde su festival de cortos más veterano.