“Tengo una serie sobre un hombre de 42 años que quiere sacarse el carnet de conducir … y puntos suspensivos”. Con esta frase convenció el donostiarra Borja Cobeaga al actor Juan Diego Botto para que protagonizara No me gusta conducir, la ficción que supone su estreno como creador para la pequeña pantalla, después de haber participado en otros proyectos como director o guionista. Sin ir más lejos, el mítico Vaya Semanita.

El cineasta ha tomado como referencia su propia experiencia para dar forma a esta historia en la que Juan Diego Botto interpreta a Pablo, un profesor de universidad que decide ir a la autoescuela a sacarse el carnet con la misma edad que tenía el donostiarra cuando lo hizo. “Creo que el momento en el que decidí que no me lo quería sacar fue cuando en el coche de mi padre estuvimos una hora para aparcar en el centro de Bilbao. No dejaba de pensar: “si hubiéramos venido en autobús, estaríamos ya en casa”.

Juan Diego Botto destaca que es “una serie aparentemente muy sencilla pero llena de muchas cosas por debajo que están muy bien contadas”. Algo que Cobeaga corrobora señalando que hay “muchas posibilidades dentro de ese microuniverso de la autoescuela”. “Todo mi sufrimiento sacándome el carnet a los 42 está volcado aquí para que disfrute el público, bajo la premisa de que la mayoría de mis comedias se basan en que el protagonista sufra y el público disfrute”, afirma.

UN PROYECTO DIFERENTE

Además de su experiencia en Vaya Semanita, Borja Cobeaga también ha sido realizador en programas como Gran Hermano, subdirector de Made in China (TVE), guionista de series como Splunge o, más recientemente, director, junto con su gran amigo Nacho Vigalondo de la serie Justo antes de Cristo para Movistar Plus+.

En No me gusta conducir, casi podría decirse que Cobeaga se sale de lo que suele ser habitual en sus proyectos. “Hacer una comedia que no fuese sobre el conflicto vasco me parecía una novedad, aunque sí he metido un chiste sobre ETA”. Y es que, después de sus dos primeros largometrajes, Pagafantas y No controles, estrenó en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián Negociador (2014), una historia inspirada en las conversaciones entre el Gobierno español y ETA durante la tregua de 2005, por la que recibió el Premio Irizar al cine vasco. Y en 2017 estrenó Fe de etarras, en esta ocasión para Netflix.

El canal TNT ha estrenado ya los dos primeros episodios de esta historia de segundas oportunidades y de relaciones entre padres e hijos. Como afirma Cobeaga, “una comedia sentimental con algún toque de locura que, además, el reparto ha convertido en luminosa”.