La cuadragésimo séptima edición del Festival Internacional de Teatro de Gasteiz va poco a poco entrando en su recta final. Alicientes no le faltan antes de la despedida, aunque en algunos casos, quien no tenga ya su entrada en la mano va a tener que esperar a mejor ocasiones. Ocurre hoy con la primera representación en tierras vascas de Los farsantes, que tiene todo el aforo del Principal vendido desde hace ya días.
Javier Cámara, Francesco Carril, Nuria Mencía y Marina Salas serán quienes estén sobre las tablas del centenario escenario de la calle San Prudencio a partir de las 19.30 horas. En sus manos está el texto escrito y dirigido por Pablo Remón, “una sátira sobre el mundo del teatro y del audiovisual, a la vez que una reflexión sobre el éxito, el fracaso y los papeles que encarnamos, en la ficción y fuera de ella”, según explica su creador.
El Centro Dramático Nacional y Buxman Producciones se hacen cargo de la producción de un montaje que vio la luz la pasada primavera y que ahora mismo se haya inmerso por una intensa y exitosa gira lejos de Madrid. Los cuatro intérpretes –entre los que no se encuentra Bárbara Lennie en el caso de Vitoria– dan vida a diferentes personajes, aunque son dos los que marcan el devenir de la historia. Por un lado está, como explica su creador, Ana Velasco, una actriz cuya carrera está estancada. “Entre culebrones de televisión y obras alternativas, Ana busca el gran personaje que la haga, finalmente, triunfar”.
Por otro se encuentra Diego Fontana, un director de películas comerciales que cuentan con gran éxito, un realizador que ahora está embarcado en una gran producción, una serie que se rodará en todo el mundo, con estrellas internacionales. Eso sí, “un accidente hará que se enfrente a una crisis personal y que se replantee su carrera”.
Estos dos personajes están conectados por la figura del padre de Ana, Eusebio Velasco, un director de cine de culto en los 80, que vive ahora desaparecido y apartado del mundo. Se establece así un texto en el que cada parte discurre de manera paralela. “Cada una de estas historias tiene un estilo, un tono y una forma particular” de manera premeditada. Así “el conjunto está construido con capítulos que son, en alguna medida, independientes, formando una estructura más próxima a la novela que al teatro” como podrá ver el público hoy.