La pared ubicada entre los números 36 y 38 de la Avenida Zumalakarregi de Llodio luce, desde el pasado viernes un enorme mural multicolor sobre fondo negro, basado en un diseño tipográfico de letras con aplicaciones de color degradadas que, sin ningún tipo de elemento más allá de las propias tipografías, generan una composición dinámica y colorida conformando el texto “+ kultura”.

De hecho, ese es el nombre de la pieza: +Kultura. Una propuesta del veterano diseñador gráfico local, Xabier Gorostiaga Uriarte y todo un grito estético sobre la necesidad de otorgar más importancia y recursos a la cultura en la sociedad actual y, en definitiva, “una llamada a no olvidar la importancia de la cultura como elemento de cohesión, integración y dinamismo social, no solo en tiempos festivos o veraniegos, sino a lo largo de todo el año”, explican desde la asociación Kulturzaleak.

Y es que se trata de la segunda intervención artística del proyecto Segunda Piel, con la que iniciaron en junio, en el contenedor marítimo del Parque Lamuza, una nueva dinámica de la iniciativa artística experimental Kulturlab 02, que se extenderá hasta diciembre y que arrancó con la propuesta Arkitekturatik arkitekturara de la también artista local, Izaskun Alonso Saratxaga.

Del por qué esta nueva obra se encuentra en pleno centro urbano y no en el interior del parque Lamuza, hablan sus impulsores: “Tras la primera intervención sobre el frontal del contenedor marítimo en junio, el Ayuntamiento decidió trasladar el mismo a la parte trasera del Parque de Lamuza, ante lo que optamos por paralizar la iniciativa dada la escasa visibilidad de la misma”.

Así, tras mantener una reunión sobre la cuestión y realizar propuestas alternativas para la ubicación del contenedor y de la iniciativa por parte de los organizadores, “el Ayuntamiento consideró finalmente más conveniente mantener el contenedor al final del parque, y otorgarnos permiso para utilizar una pared municipal en la avenida Zumalakarregi, en un lugar céntrico y visible, para ubicar esta parte del proyecto”, explican, quienes reconocen que “aunque la propuesta artística pierde en cierta medida su carácter arquitectónico y se convierte en un espacio bidimensional, más parecido a un mural o un cuadro, a cambio gana en visibilidad y presencia”. En este sentido, consideran que resulta “conveniente” alterar la propuesta inicial, con el objetivo de intentar consolidar una dinámica cultural relacionada con el diseño, la arquitectura y las artes plásticas en un espacio de fácil acceso y conexión con la sociedad.