ras dos años de paréntesis, hay incluso más ganas de lo habitual. "Pero este año tengo que entrenar de manera específica, que además son tres días", sonríe el intérprete, director, guionista y cantante -"actor con oído, no tengo la soberbia de considerarme músico"- Gorka Aguinagalde. Él acepta al instante el reto con el que DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA siempre inicia la cuenta atrás para el Azkena Rock Festival, el que pasa por quedarse solo con diez discos de toda la historia del rock. "Quiero que conste que es un número muy pequeño, que por lo menos hubiera necesitado 100". Dicho queda.

Sin duda, el ARF de este 2022 es muy especial por diferentes motivos. Primero, por los 20 años que se celebran desde aquella primera edición en la sala de la calle Coronación, en la que Aguinagalde estuvo. Pero también por lo que supone de reencuentro, de volver a compartir estas jornadas tan intensas, y no solo en lo musical, tras las ausencias de 2020 y 2021. Por supuesto, la elección de esta decena de álbumes imprescindibles para el vitoriano está a la altura del momento. "Los he escogido porque son la banda musical de mi vida".

Sí, le falta mencionar a Carl Perkins, Laurel Canyon, Iggy Pop & The Stooges, Joni Mitchell, The Birds, Robert Gordon, Buffalo Springfield, Tom Petty, Sex Pistols, Dead Kennedys, Crosby, Stills, Nash & Young, Frank Zappa, The Damned, The Eagles y un largo etcétera. Pero todo es imposible. Así que la lista empieza con "cualquier recopilatorio de Elvis Presley en el que aparezca Love me tender", apunta el actor. "Él hizo que me pusiera tupé de chavalín. Le dio la vuelta al soul y al blues, y marcó lo que después sería el rock and roll".

Como buen stoniano podría quedarse con cualquier álbum de The Rolling Stones pero selecciona Tattoo You. "Me pilló en una época en la que tenía una novia y tuve un desamor; la canción Waiting on a friend la ponía una y otra vez. No sé, igual me he escuchado este disco tres mil millones de veces". También le ha dado mucha vida a The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars, de David Bowie. "Dentro de que a nosotros, en aquella época, nos gustaba mucho el rock and roll, él era otra cosa, se reinventaba en cada disco. Íbamos con chupa de cuero y con tupé, pero Bowie era sagrado, no dejaba de sorprendernos ese sonido especial. ¿Qué va a hacer en lo siguiente? Y este me parece un álbum redondo. Es algo que ya no se hace ahora".

Cuando aparecieron The Black Crowes, creyó que los Stones ya tenían el relevo asegurado. "Podían haber sido dioses, pero por un tema de ego entre los hermanos, hubo cagada tras cagada". Con todo, señala Shake your money maker. "Es un discazo y Hard to handle un himno. Con LosDelGás hacíamos una versión muy buena, por cierto". Tiene claro, además, que en la selección debe estar Lou Reed y su Rock'n Roll Animal. "Heroin solo la podía haber compuesto un yonki, pero vaya temazo. Otro de esos álbumes de vuelta y vuelta".

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Los 10 discos de rock preferidos de Gorka Aguinagalde

Otro título fundamental es el London Calling de The Clash. "Los Pistols marcaron mucho, a mí mismo, pero con los Clash decías: esto es otra cosa, tenían otra elegancia.esto es otra cosa, tenían otra elegancia Las letras, los acordes, todo era distinto". Al hilo del punk, claro, tienen que aparecer Ramones y de todas sus creaciones destaca It's Alive. "La velocidad que tenían era increíble". Y qué decir del Highway To Hell de AC/DC. "Es uno de los primeros LP que me compré. Fue en Francia, en Angulema. No sé qué tendría, 13 años. Me compré ese y uno de los Blues Brothers, de la peli".

En la recta final aparece el Made in Japan de Deep Purple. "Eran la leche. El Smoke on the water es un temazo". Y también Chinatown de Thin Lizzy. "Para mí es muy importante en una banda de rock que escuches dos notas e identifiques al grupo por ese sonido, esa peculiaridad, esa originalidad. Y con ellos escuchabas la batería y el primer acorde de guitarra y sabías que eran Thin Lizzy".

Así lo describe quien asegura que la música "la sigo viviendo como antes. Soy de la escuela en la que no teníamos dinero para comprar todos los discos que queríamos y nos juntábamos los amigos y decíamos: tú compras este, tú este y tú este. Y cuando llegaban de Disco Ritmo, venga, te llamaban a casa, al fijo: es tu amigo Michel, que ya ha llegado el de los Stones. Quedábamos en una casa, nos sentábamos y nos pegábamos toda la tarde. Nos aprendíamos hasta quién era el técnico de sonido", recuerda. Lo dice quien tras ver cómo "nos metieron el gato de los CD" se mantiene fiel al vinilo. "Sí llevo música en el móvil, pero en su momento me compré un plato bueno y disfruto mucho en casa".

En su hogar también tiene tres guitarras. "Algo le pego, pero soy muy malo". Además, no hay que olvidar su faz de cantante de LosDelGás. "El escenario de teatro me da mucho. Soy teatrero. Pero el del rock and roll... es que si no te subes, no sabes lo que es. Es una adrenalina que no encuentras en ningún lado. Con la banda tuvimos suerte de hacer gira con Barricada y tener 50.000 personas delante es algo increíble". Lo dice quien es también un habitual como espectador. "Ahora estoy un poco de mala leche porque no puedo ir todos los fines de semana a Hell Dorado ya que me coinciden con bolos. Es una sala que me gusta, que suena muy bien, que se curra la programación, y que ha conseguido que ser un espacio mítico para las bandas extranjeras". Tanto ahí como a otras actuaciones suele ir con su amigo Michel. "Somos como Pin y Pon, solo que adictos a la música en directo".

Cómo no, también es fácil verles en el ARF. "Voy a todo", más allá de que en este 2022 tendrá otra cita importante el domingo 19 ya que en Errenteria LosDelGás se volverán a reunir para dar un concierto de homenaje a Javi Area, batería de la banda que falleció el año pasado. Pero antes de eso, Aguinagalde espera vivir un festival marcado por el reencuentro. "Todos tenemos un nexo de unión que es el rock and roll, que es algo esencial en mi vida", más allá de que, sin centrarse en un género en concreto, no quiere olvidar que "la sensibilidad que te da la música es muy importante, aunque no se le da el valor que debiera".

Él sí lo hace. Son muchos los recuerdos que tiene asociados a los sonidos. También a grandes conciertos. Como aquella primera vez que vio a los Stones en Madrid. Pero también señala dos actuaciones vividas en el ARF: la primera visita de los cuervos negros y el paso de Pearl Jam por Mendizabala. De cara a este 2022, "me apetece mucho Offspring, creo que voy a saltar como un cabrón. Y la Patti. Es que me he criado con ella. Pero lo que me gusta del Azkena es que siempre hay bandas que te sorprenden", comenta quien, como rockero, se siente más como un "disfrutón" que como un "discutón". "El ARF es un lujo. Es entrar por la puerta y se te ponen los pelos de punta sabiendo cómo la vas a gozar. ¡El primer golpe de guitarra! La gente va con buen rollo y ganas. Es una gozada. Es un fin de semana brutal".

Así lo cuenta quien reconoce que "mi música es la de mi época y me sigue gustando la que más. Tengo una hija que va a hacer 15 años y yo le pregunto por lo que ella está escuchando. Le gustan canciones sueltas, no tiene bandas favoritas. Es una forma distinta de escuchar la música. Pero aunque no me guste lo que ella escuche en un momento dado, la respeto. Es su época y su música".

"La sensibilidad que te da la música es muy importante; no se le da el valor que debiera"

"El ARF es un lujo. Es entrar y se te ponen los pelos de punta sabiendo cómo la vas a gozar"

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