abiéndose adaptar en cada momento a las circunstancias que iba marcando la situación sanitaria, la Escuela de Artes y Oficios de Vitoria, que a lo largo de sus casi 250 años de historia ya ha vivido alguna que otra pandemia, ha podido mantener este curso su veterano ciclo expositivo. No ha sido sencillo, pero la implicación de toda la comunidad del centro lo ha hecho posible, con la esperanza de que a partir del próximo septiembre todavía se puedan dar más pasos para recuperar la normalidad anterior a marzo de 2020. Todo llegará. De momento, toca poner el broche con dos nuevas muestras que ya se pueden visitar y que tienen a la escultura como elemento común.

En realidad, a ambas propuestas les une el hecho de que los y las artistas responsables tienen los mismos nombres y apellidos, los de las 15 personas que conforman el taller guiado por Itzal García. Pero a pesar de ello, lo cierto es que las dos exposiciones tienen, tanto en los fondos como en las formas, características propias y bien diferenciadas.

Es el caso de la instalación escultórica, lumínica y textil que ocupa por completo uno de los espacios expositivos de la escuela. Un elemento reciclado que llevaba años sin uso en el centro se convierte aquí en el elemento central. A partir de él, la luz y el color se distribuyen "después de tanta oscuridad como llevamos". Hilos que van y vienen, que todo lo unen y lo atraviesan, sirven para entrelazar una pieza que pretende ser una evocación sin estar obligada a tener una intención narrativa.

En los otros dos espacios expositivos el planteamiento es del todo diferente. Aquí, la imagen del fantasma sirve como punto de partida para generar figuras en teoría imposibles, que caminan sin tocar el suelo, que tienen volumen a pesar de estar llenas de vacío. Figuras del más allá que, eso sí, dejan sus huellas, además de forma literal, en el más acá.

El trabajo con las formas y con los materiales a través del plegado de paños está en la esencia de una labor que se plasma en diferentes piezas. "Es relativamente rápido hacerlas", apuntan sus autores, aunque a la vista parezca todo lo contrario. El público ya puede averiguarlo.