- Solo cuatro mujeres han ganado el Premio José Couso a la Libertad de Prensa en sus 18 ediciones y la última en esa exigua lista recogió ayer el galardón en Ferrol. Es la periodista Érika Reija (Lugo, 1981), corresponsal de TVE en Moscú hasta marzo pasado. El reconocimiento, dijo, "va para mi cadena y mi equipo en Moscú". Sirve para tener presentes las dificultades de quienes informan desde zonas en conflicto, como la Rusia en la que en el "último año empeoró la situación" para la libertad de prensa.

Reija expresó que la emergencia de las protestas en la limítrofe Bielorrusia fue un período clave, también para evidenciar cómo "los grandes medios están en manos del poder" que controla Putin. Un país de "persecución" y en el que se tacha de "agentes extranjeros a periodistas independientes".

La invasión de Ucrania aceleró el anuncio de "leyes muy represivas" que exigían que no se hablase de "guerra ni invasión". La reportera sostuvo que allí "la justicia no es independiente" y que el ataque ruso se ha traducido en no poder "cuestionar" tan siquiera las cifras de muertos que ofrece el Gobierno porque se "daña la imagen del Ejército".

"Siempre hay que hacer labor crítica, también en España", resaltó Reija, quien valoró el "trabajo magnífico" de RTVE en la cobertura del conflicto. No ha sido sencillo "trabajar con libertad" en Rusia si trabajadores de "medios oficiales han marchado al extranjero; si tienes una postura contra esta guerra, como mínimo pierdes el trabajo".

Es "imposible manifestarse" y quien acaba en la cárcel, aunque no sea más que durante unos días, "queda señalado".