- Mimado por el Festival de Cannes, donde compite por quinta vez por la Palma de Oro, James Gray ha convencido a la crítica con Armageddon Time, filme autobiográfico que evoca su infancia en el Nueva York de los 80, a la vez que critica las crecientes desigualdades derivadas del triunfo del capitalismo.

“Tenemos un serio problema, hoy hay dos personas que son dueñas de todo el mundo y un puñado de autoritarios tratando de hacerse con el planeta, ¿cómo hemos llegado hasta aquí?”, se preguntó el director en rueda de prensa, acompañado por Anne Hathaway y Jeremy Strong, que interpretan a sus padres en la ficción. “Debería importarnos la creatividad y en lugar de eso enseñamos a hacer franquicias; antes, al decir franquicias pensabas en McDonalds y Burguer King, ahora están en el cine, ¿qué ha pasado?, ¿dónde está la crítica al capitalismo que ha traído esta horrible desigualdad”?”, añadió provocando los aplausos de los periodistas.

Ambientada en el barrio de Queens, la película gira en torno a un niño (Banks Repeta) indisciplinado y con sueños de artista cuyos padres, buscando lo mejor para él -y entendiendo lo mejor como convencional y seguro-, lo sacan de la escuela pública para que estudie en una privada. El cambio lo aleja de su amigo de raza negra y circunstancias familiares complicadas (Jaylin Webb) y le hace tomar conciencia sobre los privilegios de clase y de raza en esa América de Reagan que en el filme contiene guiños a la de Donald Trump.

Para Gray es “imposible” mirar el mundo occidental o al menos a su país y no ver el privilegio blanco. “Hay capas de privilegios, la gente que va a escuelas privadas tiene el superpoder, ellos van a ser los dueños de todo y el resto se queda fuera, ¿cómo romper el ciclo? para mi ese es gran el tema”.

Mohamed Ali, los Beatles, el miedo a una guerra nuclear o el comienzo del auge de la idea de mercado, son conceptos que aparecen en el filme. “Si miras los gráficos, la curva de la desigualdad empezó a crecer en esos años, hay un punto de inflexión en torno a 1979-1980”, sostuvo.

También fueron los años del final del llamado Nuevo Hollywood, del que James Gray dice sentirse heredero.