iles de miradas siguen, a través de Instagram, su incesante catálogo de personas, animales y edificios que sirven para retratar la vida de cualquier ciudad, aunque en su caso sea Vitoria el escenario de la mayor parte de la ingente producción. Pero la imagen, por lo menos durante estas semanas, no solo se muestra en el perfil @diego1973hoy. También da el salto al Centro de Exposiciones Fundación Vital.
No hay título. Tampoco muchas palabras para presentar o explicar el proyecto. Sí once imágenes en blanco y negro que suponen un pequeño pero sabroso aperitivo de la propuesta que Diego Burgos da a conocer de manera habitual a través de las redes sociales. Son retratos vitales, imágenes de personas en teoría anónimas, más allá de que cada una -con sus nombres y apellidos, con su pasado y sus sueños, con sus problemas e ideas- sea protagonista en el relato compartido de este aquí y ahora. Bueno, ellos, ellas y también algún que otro perro y algún que otro gato.
A lo largo de este mes, la muestra de cámara se encuentra disponible en la zona de entrada del espacio ubicado en la plaza de los Fueros, donde Fundación Vital concentra toda su propuesta expositiva, un lugar donde la fotografía cada vez tiene más presencia y peso. En esta ocasión, así vuelve a suceder a través de imágenes tomadas a pie de calle, con todo lo que ello significa, ya sean registros de momentos casuales, ya sean producto de una determinada pose. Al fin y al cabo, en la vida de cualquiera hay de todo un poco.