Es el tercer tema. Suena la canción Profesional. En medio de la letra aparece la frase. “Nos gustó. Nos traía recuerdos de la EGB, de cuando nos castigaban a todos si no daba la cara el responsable de esto o de lo otro. Pensamos que eso tenía que ver con algún tipo de educación pensada para el mañana, algo sobre el control de masas y nos pareció muy acertado como título” para su primer disco. Así fue como El castigo es colectivo se bautizó. Víctimas Club ha tenido que esperar lo suyo para ver cómo se hace realidad su tarjeta de presentación. La pandemia, cómo no, “y otras cosas, que hasta nos hemos cambiado de local”, sonríe Pela, que comparte su enésima aventura musical con viejos conocidos como Joseba B. Lenoir, Osoron, Julen Postigo y David Marín.
“La vida tiene sus plazos y nosotros hemos optado por adaptarnos. Nos ha dicho: chavales, tranquilos. No queda otra. En realidad, la banda se puso en marcha en 2019 y tenía previsto publicar su primer álbum y adueñarse de los escenarios mucho antes, pero a los gasteiztarras les ha pasado lo que a todos, que no ha quedado más remedio que cambiar el paso durante los dos últimos años. “Ha habido canciones que han estado a punto de quemarse de la de vueltas que les hemos dado porque no se publicaba el disco, pero al final el señor Joseba Baleztena, con la mega producción que se ha pegado, ha devuelto a la vida a esos temas”.
Buscando sensaciones
Así que Pandemia Revisited, Cristo Nacido en Judizmendi Muerto Cerca de Lazkao y Cortando Encía, que son algunos de los nueve cortes del disco, son una realidad disfrutable desde hace unas semanas. Lo son en su versión digital y también en formato físico, aunque en un primer momento se ha optado por el soporte CD a la espera de contar con vinilos. “Las fábricas están a tope y con retrasos, y no podíamos esperar más, pero no lo descartamos”. Grabado y mezclado por Joseba B. Lenoir en Gakobeltz Hit Faktoria (Durana), el álbum está editado por Kaset Ekoizpenak y cuenta con la colaboración, al saxo y al fliscorno, de Terry Edwards.
Más que en transmitir un mensaje en concreto, como explica el cantante gasteiztarra, “estamos en la búsqueda de sensaciones”, algo que quieren trasladar a quienes se encuentren con este trabajo. “Siempre quiero, sin saber si lo consigo, que, con los discos que hacemos, la gente tenga las mismas sensaciones que tenía yo cuando descubrí, por ejemplo, a Lou Reed. Le escuchaba a solas, por la noche, era como una cosa mía y cuando acaba un álbum, siempre quería ponerlo otra vez porque me transportaba a diferentes lugares”. Ahora el objetivo es el mismo. “Es que el mensaje puede variar. De hecho, tiene que hacerlo según te vas haciendo mayor o vas viviendo diferentes cosas. El mío, de hecho, cambia. Cuando tenía 25 años, lo que más me preocupaba era mi relación con las chicas y ahora lo que más me preocupa es mi relación con el mundo. Es que, de momento, lo primero lo tengo solucionado pero lo segundo es una puta mierda”.
Presentación oficial
Ahora llega además el instante del directo. La presentación oficial se va a producir esta noche en Hell Dorado, donde van a compartir cartel con Mice y La Reverso. “Mola tocar con grupos que molan, y ellos molan mucho”, ríe Pela. Durante la pandemia, Víctimas Club sí ha podido dar algunos conciertos, pero pocos y con el público sentado y los aforos muy reducidos. “Una banda y, sobre todo, esta banda, no sale con las cosas tan claras del local, tenemos que ver cómo funcionan las cosas en directo para hacer cambios. Así que necesitábamos aquellos bolos. El primero fue un truño y a partir del segundo le fuimos pillando el punto. En esta vuelta con el disco en la mano, ya sabemos cuál es nuestro sitio. Ahora llegan los conciertos buenos, pero antes tenemos que pedir disculpas a los que se comieron nuestras primeras actuaciones porque vieron a un grupo que no era el actual. Pero es lo que pasa en general. A las bandas locales hay que verlas en diferentes momentos, a los grupos nuevos hay que seguirles porque vamos evolucionando. Cuando te haces millonario te aposentas, te apolillas. Pero nosotros, que no nos comemos un cagao, estamos siempre a la búsqueda de sonidos y de caminos. Lo digo por Víctimas y por muchos más grupos. A las bandas locales que se lo pelean hay que verlas una vez cada ciertos meses”. Así que toca pasarse esta noche por el infierno gasteiztarra.
Allí estarán esperando unos Víctimas que no son unos novatos. De hecho, Pela no es el único con varios proyectos activos al mismo tiempo. A él, por cierto, le toca la próxima semana hacer las maletas -dejando al Club y a La Excavadora- para irse al otro lado del Atlántico y volver a juntarse con la formación de Marky Ramone. “Tengo muy claro qué papel hacer en cada uno de los grupos. No es tan complicado. Siempre soy yo, pero de diferentes maneras. Llevo bien el desdoblamiento de personalidad”.
“Cuando te haces millonario, te apolillas. Pero nosotros, que no nos comemos un ‘cagao’, estamos siempre rebuscando entre sonidos”
Un total de nueve temas dan forma a un trabajo cuya grabación se ha alargado más de lo previsto en un inicio a causa de la pandemia