Creación artística y gastronomía son dos conceptos que siempre han estado unidos en el camino de Kikilisalda Kultur Elkartea. Nombres como los de Carlos Marcote, Gerado Armesto o Gustavo Adolfo Almarcha han sido protagonistas a lo largo de los últimos años entre los fogones del espacio ubicado en la calle Cubo.

Ahora es Jose Cos quien se suma a ese listado de creadores que alimentan el alma con un menú que se nutre de varias obras -tanto fotografías como esculturas- pertenecientes a sus últimas muestras, aunque también hay alguna pieza inédita.

Va a ser este jueves 3 a partir de las 20.00 horas cuando se produzca la inauguración de la exposición Creación plástica. Escultura y fotografía, un acto abierto al público en general hasta completar el aforo. A partir de ahí, hasta el 30 de mayo estará disponible la muestra, pudiendo acceder también las personas ajenas a la entidad concertando las visitas de manera previa.

“A lo largo de esta pandemia siempre he dicho que frente al covid, pastillas de cultura”, recuerda Cos, que en este caso quiere también reivindicar que la sociedad “recomience con las relaciones sociales”. De ahí, esta exposición, una propuesta que aleja por un momento al artista de su sala, espazioa, para acercarse a un lugar al que ha llegado a través Ernesto Murillo, Simónides. “Volvamos a compartir gracias a la cultura, salgamos, conectemos”.

En ese contexto, el autor, sin querer plantear una retrospectiva, apuesta por hacer un repaso por varias de las últimas muestras que ha llevado a cabo tanto en Gasteiz como en otros emplazamientos.

Así, toma una especial relevancia la labor que de un tiempo a esta parte está desarrollando en torno a la fotografía subjetiva, más allá de que Cos quiera recordar una vez más que “yo no soy fotógrafo”. Puede que no se considere así, pero aquí comparte con el público una veintena larga de imágenes que han formado parte de propuestas como y Klik subjetiboa.

En este recorrido, eso sí, también se incluye alguna fotografía que hasta ahora no había sido expuesta, creaciones que siguen ahondando en el mismo camino y que buscan espectadores activos que hagan sus propias interpretaciones, que inventen historias, relatos o reflexiones a partir de cada pieza.

No es algo ajeno tampoco a las esculturas que también están presentes en Kikilisalda, ejemplos diferentes del trabajo que el artista viene desarrollando desde hace años y que también ha formado parte de su faz educativa.