- Con motivo del Día Internacional de las Víctimas del Holocausto que se conmemora el 27 de enero recordando la liberación del campo de Auschwitz-Birkenau, La noche temática analiza, en Manual de guerra nazi, cómo el nazismo organizó la sociedad y la economía para la guerra.
El rearme es la prioridad para Hitler y con ese fin ingenia su sistema económico. En Nuremberg por primera vez un tribunal se pronunciará sobre los delitos cometidos por un estado soberano. Y, por primera vez, un nuevo actor aparece en la sala de un tribunal: una pantalla de cine.
Para hacer la guerra se necesita acero. El acero exige mineral de hierro y carbón. El rearme exige también petróleo, caucho, productos químicos. Se requieren ingenieros, técnicos, obreros. Pero ¿cómo pagar las facturas? El dinero es el combustible de la guerra. Como no lo tienen, los nazis lo inventan. El ministro de Economía y presidente del Reichsbank, Hjalmar Schacht, quien inventa los bonos Mefo. Esos bonos eran emitidos por esa empresa ficticia, que en realidad era una pantalla para que el mundo exterior no pudiera ver lo que estaba pasando. Sin embargo, los bonos de Mefo no produce nada. No contrata a nadie. No abre ninguna fábrica. Lo único que producía era deuda que iba a servir para pagar la mayor parte de los gastos del rearme de Alemania a partir de 1934.
En verano de 1945, los hermanos Stuart y Budd Schulberg aceptan una misión: encontrar y reunir los archivos originales de los crímenes nazis, películas y fotografías, que servirán de pruebas contra los 24 altos cargos del régimen que serán juzgados en el Proceso de Nuremberg. Pero la situación política cambia en Washington poco después: el Congreso aprueba el lanzamiento del Plan Marshall, y esa idea entraba en contradicción con la idea de castigar a un país responsable de tantos crímenes de guerra. A finales de 1948, se toma la decisión: se cancela el estreno de la película indefinidamente.
Aunque los documentos reunidos por los Schulberg y presentados en el proceso de Nuremberg son hoy famosos, apenas queda rastro de su misión. Terminado el proceso, Stuart Schulberg realiza Nuremberg: una lección para el mundo de hoy, su película oficial del juicio, que fue retirada de circulación por razones geopolíticas. Durante casi diez años, su hija Sandra Schulberg ha realizado un gran trabajo para restaurar la película de su padre. Hoy, está disponible en 13 idiomas, y Sandra viaja por el mundo para proyectarla de nuevo.