Iba ser un cierre de 2021 con tres llenos seguidos gracias a Mayumaná, algo que un Principal al 100% del aforo no vivía desde hacía tiempo debido a la pandemia. Pero las medidas adoptadas por el LABI ayer por la tarde afectan de lleno a la presencia de público en eventos culturales. En concreto, el máximo es de 600 personas en interiores. Dependiendo del montaje, el teatro de la calle San Prudencio puede variar su límite máximo, pero suelen ser 925 las entradas que suponen colgar el cartel de completo en la taquilla.
Eso quiere decir que va a ser imposible que todo el mundo vea Currents aunque al cierre de esta edición, el Ayuntamiento de Vitoria todavía no había comunicado cómo iba a actuar. El precedente, de todas formas, está en otoño de 2020, cuando tras un cambio en las restricciones, el espacio pasó de poder acoger 445 espectadores a 400, lo que llevó a devolver el precio del pase y no permitir el acceso a los 45 últimos compradores de los tickets de los montajes afectados.
Quienes si puedan acudir, se encontrará con la última producción de la compañía, una propuesta en la que se unen, como ya es marca de la casa, la danza, la percusión, los efectos electrónicos y la iluminación. Se trata de un montaje que en sus 80 minutos de duración resume los 25 años de trayectoria del grupo y reúne los mejores números de la compañía junto a cuatro piezas originales, diseñadas de manera específica para este espectáculo.
Amplia trayectoria profesional
En esta trayectoria, han ofrecido más de 156.000 exhibiciones, ante 8 millones de espectadores de más de 20 países. “Es un espectáculo que recoge perfectamente el ADN de Mayumaná”, explica el fundador y director artístico de la compañía, Boaz Berman. ¿Y cual es ese ADN? Lo resume en una frase: “Visualizamos la música”. Una fusión de danza urbana y de sonido que en el caso concreto de Currents se inspira en la disputa histórica que mantuvieron los inventores Thomas Alva Edison, creador de la corriente continua, y Nikola Tesla, descubridor de la corriente alterna.
“Cada bailarín y bailarina que está en el escenario tiene su propia energía y habrá desde momentos que la expongan individualmente, a números donde todas las energías se empastan y se crean momentos mágicos”, avanza el director de la producción acerca de esa batalla entre danza y percusión que librarán en el Principal los ocho artistas -cuatro mujeres y cuatro hombres- que reúne el elenco del montaje que se podrá ver tanto hoy como mañana.
La base de Mayumaná es el ritmo y el montaje cuenta también con música original, en la que la percusión es parte protagonista, con elementos como botellas o tambores, y se combina, a su vez, con instrumentos y sonidos electrónicos. Es ésta una temática eléctrica inspirada en la mencionada Batalla de las Corrientes de finales del siglo XIX, creado originalmente para el festival de la Luz de Jerusalén. La música es asimismo el punto de partida del propio espectáculo, explica Berman, ya que él plantea una idea musical a los bailarines y sobre la misma “se comienza a investigar y a hacer pasos, proyectando esa música en cada movimiento”.
Baile y música
El baile y la música son sólo dos de las bases del espectáculo, que completa su abanico artístico con recursos de teatro, clown y mimo: “La mezcla de elementos diferentes crea un enfrentamiento eléctrico que es la base de la experiencia audiovisual de Currents”. Porque la propuesta se completa con una cuidada selección de vídeos multimedia, que ofrecen al público perspectivas diferentes para amplificar la acción que se desarrolla en el escenario. El campo visual se completa con un juego de luces que “otorga al show otra dimensión y que está totalmente empastado con las coreografías y la música”, avanza Berman. Y concluye: “Es una explosión”. De hecho, según desvela, la compañía cuenta con avanzada tecnología en pantallas LED e iluminación, que trasladan directamente desde Las Vegas.