Tejer requiere de paciencia. Y ellas están más que armadas. Han sido más de treinta las mujeres que en esta mañana de sábado se han desplazado hasta la Plaza Nueva de Vitoria para compartir una afición que vuelve a resurgir y que atrapa incluso a las más jóvenes generaciones. Porque tejer lazos es algo que bien puede hacerse a cualquier edad y en cualquier parte.

Con motivo del Día Mundial de Tejer en Público, que se celebra de forma paralela en distintas partes del mundo, las asociaciones Tejiendo en Vitoria,  Noupops y Nire Bitxikeriak, proyecto personal de Iratxe Guerrero, han organizado a lo largo de esta mañana, de 10.30 a 13.30, un encuentro muy especial en esta zona del ensanche gasteiztarra para compartir su pasión por las labores de punto y ganchillo en un ambiente festivo y comunitario.

De forma totalmente gratuita, la cita, que repite por séptimo año tras su buena acogida, ha invitado a sacar las agujas y los ovillos a la calle y disfrutar del tejido en comunidad y a reivindicar también el valor artesanal y terapéutico de este oficio. "El objetivo es promover el tejido como una actividad creativa, relajante y social, rompiendo estereotipos y mostrando su relevancia en la vida cotidiana", expone a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA la fundadora y representante de Tejiendo en Vitoria, Piedad Santamaría, maestra en el mundo del tejido desde hace catorce años. Sin ir más lejos, este año se tejerán flores que representarán "los lazos creados por nuestra pasión: el tejido".

En imágenes: Así celebran las mujeres vitorianas el Día Mundial de Tejer en Público Josu Chavarri

Bajo el lema ¿Te animas a tejer con nosotras y dar visibilidad al tejido?, el espacio que ha congregado a diferentes generaciones de mujeres, desde nonagenarias hasta jóvenes adolescentes, aunque en este caso, en menor medida. "Parece que está de moda, que la gente se anima. Viene una generación de tejedoras muy importante", sostiene Santamaría.

En este sentido, otro de los objetivos a más largo plazo es seguir extendiendo la red de tejedoras y que esta tenga una mayor presencia en los ámbitos y espacios de la capital alavesa.

En imágenes: Así celebran las mujeres vitorianas el Día Mundial de Tejer en Público Josu Chavarri

Por su parte, Carmen Galdós, una de las representantes de Noupops, ONG que se dedica a diseñar "pulpitos" solidarios para bebés prematuros, hace una invitación a la comunidad masculina a sumergirse en esta actividad. "Nos faltan hombres y creo que es por la brecha de género, porque piensan que es una actividad asociada al colectivo femenino, a las labores de antes. Y es esta sociedad patriarcal la que hace que todo lo que hagan las mujeres esté desvalorizado", critica Galdós.

Beneficios

Y es que a través de esas agujas y ovillos, son infinitos los objetos y artículos a los que se les puede dar vida, como jerséis, chaquetas, gorros, bufandas, camisetas, bolsos, llaveros y hasta juegos de mesa y cuentos; entre otras muchas piezas.

Sea lo que sea que estén trenzando, sentadas en el alargo banco de la plaza, lo cierto es que todas coinciden en lo terapéutico que resulta no solo tejer, sino poder estar rodeadas de otras mujeres y ser escuchadas. Tener con quien compartir vivencias o problemas. "Nosotras somos las psicólogas, nos desahogamos entre todas", afirma la tejedora gasteiztarra.

En imágenes: Así celebran las mujeres vitorianas el Día Mundial de Tejer en Público Josu Chavarri

Pero además, según indica Santamaría, también tiene beneficios de cara e enfermedades como la Fibromialgia (trastorno caracterizado por dolor musculoesquelético generalizado) o el Alzheimer. "Hay mujeres que tejen para no perder la agilidad en las manos y, para la pérdida de memoria, esta afición es positiva, porque les hace contar. Tejer requiere de ciertas matemáticas", apunta la profesional. Además, también sirve de ayuda para la reducción del estrés y la ansiedad.

Tejiendo en Vitoria

Quince mujeres forman actualmente esta red vitoriana, que nació en 2012 de la mano de Santamaría y su hermana Inma, de quien aprendió esta afición. Cada martes y jueves se reúnen en un espacio de Lakua-Arriaga para tejer de forma solidaria. Entre sus actividades, crean patucos y gorros que ayudan a superar el duelo perinatal, jirafas y otros animales para los niños y niñas de Gambia (África) o mariposas para visibilizar la violencia de género.