- “Un monte Everest que escalar”: así ha descrito Javier Bardem su papel en la última película de Hollywood en la que ha participado, Being The Ricardos, que protagoniza junto a Nicole Kidman para contar la historia del complicado matrimonio de Desi Arnaz y la icónica Lucille Ball, dos de las figuras más importantes de la televisión estadounidense. “El papel me llegó con un mes y medio de antelación para prepararme”, explicó a Efe Bardem sobre la alfombra roja en Jazz at Lincoln Center, en pleno corazón de Manhattan, antes de la primera proyección del largometraje.
“El reto fue justamente relajar, ir frase a frase, vídeo a vídeo, audio a audio. (...) Ir ganando un poco más cada día de seguridad, de que podía hacer este personaje”, afirmó el español, que reveló que hacía “años” que quería meterse en la piel de Arnaz, un actor cubano-estadounidense que consiguió triunfar en la pequeña pantalla de EEUU Para Bardem, Arnaz era un personaje “bigger than life”, como dicen aquí; enorme”. Junto a su mujer, Lucille Ball, protagonizó una de las comedias más conocidas de EEUU, I Love Lucy, un show que en los años 50 era fielmente seguido por la mitad de los televidentes del país, es decir, unos 16 millones de personas.
Kidman confesó que afrontar un personaje tan querido como Lucille Ball fue complicado. “Inicialmente fue muy abrumador, pero luego me encantó interpretarla”, contó. “Ella me liberó. Yo soy mucho más rígida y angular. Ella era muy física y buena bailarina, algo que creo que mucha gente no sabe”, agregó la australiana, que hacía así referencia a las críticas que recibió el director y guionista, Aaron Sorkin, cuando se supo que había seleccionado a Kidman.
Y es que las redes sociales no fueron muy amables cuando en enero se anunció que Kidman se metería en la piel de Ball y Bardem en la de Arnaz. La elección de la protagonista femenina no gustó porque al contrario que Kidman, Lucille Ball era una actriz muy expresiva, con grandes gestos y una comedia muy física, y porque otra intérprete, Debra Messing, ya había retratado a Ball en ocasiones anteriores, y había sido muy aplaudida. La del protagonista masculino tampoco agradó porque se trataba de un actor español encarnando a un cubano-estadounidense, y los comentarios negativos señalaban que había muchos actores de Latinoamérica entre los que elegir para interpretar a Arnaz.
“Lo ignoré, porque yo tenía la ventaja de saber de qué iba la película”, dijo a Efe el director Aaron Sorkin respecto al aluvión de críticas en internet antes de que se comenzara a rodar. “Estoy seguro de que elegí a los dos mejores actores y la gente que venga a ver la película pensará igual”, apuntaló el director. Las primeras críticas le dan la razón e incluso se habla de la posibilidad de que tanto Bardem como Kidman opten a un Oscar, aunque el español describe esos rumores como “ruido” que prefiere ignorar. “Lo único que quiero es celebrar el orgullo y el agradecimiento de pertenecer a una película así, una gran película. El resto es ruido que no me atañe ni me conviene”, zanjó Bardem.
Lucille Ball y Desi Arnaz se ven amenazados por graves acusaciones personales, el desprestigio político y tabúes culturales en el drama detrás de las cámaras Being The Ricardos. A través de una visión reveladora de su compleja relación romántica y profesional, la película lleva al espectador a la sala de guionistas y al estudio de sonido mientras muestra qué les ocurre a Ball y Arnaz de puertas para dentro en una semana crítica durante la producción de su innovadora sitcom, I Love Lucy. Being The Ricardos está protagonizada también por Jake Lacy, J.K. Simmons, Nina Arianda, Tony Hale y Alia Shawkat.