El sorprendente viaje interior que realiza Minerva a través de sus recuerdos para descubrir el porqué de su existencia es el hilo argumental sobre el que gira No seré lo que digan, la primera novela de la escritora vitoriana Vanesa de la Puente Blanco. Personas, anécdotas y sentimientos arrinconados a lo largo de los 53 años de existencia de Minerva son los protagonistas de esta íntima historia donde una mujer desnuda su alma para sí misma. “Es una novela que pondera a la mujer y que nos reta a detenernos y preguntarnos: ¿Quién soy?”, esboza la debutante escritora en conversación con DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA.

Ya está en las librerías ‘No seré lo que digan’. ¿Sueño cumplido para una escritora novel?

-Desde luego que sí. Entrar en una librería y ver mi novela ahí, al alcance de todos, entre novelas de autores conocidos, es una mezcla de sensaciones increíbles: alegría, emoción, respeto e incluso un poco de vértigo.

Tras tomar parte en varios certámenes a nivel aficionado, ha dado el salto a publicar su primer libro de narrativa. ¿Cómo ha sido ese recorrido creativo hasta tener el ejemplar ya en las manos?

-Ha sido un proceso tranquilo porque no esperaba que la novela llegara a publicarse. Cuando no tienes un objetivo fijado disfrutas más. Empecé a escribirla para mí, por intentar escribir algo más extenso de lo que estaba habituada, animada sobre todo por mis compañeras de trabajo, ya que ellas son las que principalmente leían mis relatos y microcuentos. La presenté a un certamen de novela breve en el que no resultó elegida y después me puse en contacto con la editorial a ver qué pasaba. Ha pasado lo mejor. Para mí este proceso ha sido un maravilloso regalo, un reconocimiento y un impulso para seguir.

¿Los meses de confinamiento supusieron una vía de escapa y liberación para avanzar en la escritura?

-Empecé a escribir No seré lo que digan después del confinamiento. La idea llevaba tiempo dentro de mi cabeza dando vueltas, pero no me puse a darle forma hasta junio de 2020. Durante el confinamiento las ideas iban y venían, tomé varias anotaciones y desarrollé el esquema de la historia que quería contar. Cuando me puse a escribir de verdad, muchas de esas ideas se convirtieron en otras distintas y la historia, aunque ha mantenido la esencia de la idea original, no sigue ese esquema más que a grandes rasgos.

Como debutante en el campo literario, ¿ha palpado las dificultades y complicaciones para poder editar y lanzar al mercado la obra?

-Libros Indie me lo ha puesto fácil; ellos me llamaron después de leer mi manuscrito para decirme que querían publicar mi novela, me enviaron el contrato de edición y a partir de ahí yo únicamente he seguido las pautas que ellos me han marcado. Ellos se han encargado de todo: corrección, maquetación, publicación y distribución. Da gusto que aún existan editoriales que apuestan por autores noveles en un momento en que la importancia de los beneficios prima sobre la propia cultura. Estoy muy agradecida de haberme encontrado con esta editorial.

El título y la portada tienen mucha fuerza. ¿Ha participado en su diseño?

-El título lo elegí yo, me costó casi tanto como escribir todo lo demás. Me resultó complicado elegir una única frase para todo lo que quería expresar.

Respecto al diseño de maquetación y portada, Libros Indie me puso en contacto con Hideas Gráficas y el diseñador enseguida entendió mi idea y la plasmó como un maniquí, al que vestimos, desnudamos y maquillamos a nuestro antojo.

¿Recomienda a sus lectores hacer ese viaje interior en el que se sumerge Minerva, la protagonista de la novela?

-Creo que quien lea la novela hará reflexiones, aunque no lo quiera. La intensidad del viaje, los destinos y su duración ya dependerán del lector, de lo que le apetezca hurgar en su interior. Todas las personas pensamos sobre nuestra vida, analizamos las decisiones que tomamos, sus consecuencias, imaginamos cómo habría sido nuestra vida si hubiéramos actuado diferente... Minerva lo hace conscientemente, negro sobre blanco, eso sí me parece difícil y valiente.

Siempre es bueno mirar atrás para sacar experiencias de lo vivido, no repetir errores y quedarnos con las cosas buenas.

-Bueno o malo no sé decirte, no tengo ni formación ni capacidad para dar consejos sobre lo que se debe hacer o no. Yo con esta novela lo que quiero transmitir es que somos quienes decidimos sobre nuestras vidas, decisiones que tomamos en momentos determinados con circunstancias únicas que son las que hacen que tomemos un camino u otro, y que la suma de esas decisiones nos convierte en quien somos.

Tampoco conviene obsesionarse en exceso con ese pasado, si no equilibrarlo en su justa medida con el presente

-La palabra obsesión da miedo por sí sola, sea en exceso o no.

Es una novela que puede servir como ejemplo o referencia para las mujeres y mostrarles el camino a seguir?

-En absoluto. Es una novela que quiere poner en valor a todas las mujeres que han luchado por la igualdad, aunque no haya sido detrás de una pancarta ni sean reconocidas por ello. La lucha por la igualdad no es algo nuevo, aunque sí desgraciadamente algo por lo que hay que seguir luchando. No seré lo que digan pretende homenajear a todas esas mujeres que a lo largo de sus vidas y de la historia han dado un paso adelante para perseguir sus sueños en contra de lo que se les suponía establecido. Si de algo estamos hartas es de que nos marquen el camino.

La protagonista es Minerva. ¿Recomienda a los hombres que se acerquen a su obra y pueden tomarlo como muestra?

-Minerva es una mujer que habla sobre su vida de mujer y de sus sentimientos como mujer, pero obviamente, es una persona y todas las personas tenemos sentimientos. No está dirigida al público femenino, aunque creo que las mujeres van a leerlo desde una perspectiva más íntima porque se van a sentir más identificadas con el personaje. Minerva es quien nos guía a través de la novela y nos presenta su historia y la de otras personas que forman parte de su vida, que ella sea no lo la protagonista principal lo dejo en el aire.

Aún en caliente esa primera obra, ¿se plantea continuar en la senda de la literatura con una segunda obra?

-Me encantaría escribir una segunda obra y una tercera. Reconozco que escribir es más complicado de lo que inicialmente pensaba. Hay muchas horas de trabajo detrás de una lectura, como en este caso, de un par de horas o tres. Si algo he aprendido con esta novela es a respetar más aún a esta profesión. Yo leo mucho y ahora, aunque no me guste la obra que tengo entre manos, porque está claro que cada persona tenemos nuestros propios gustos, la respeto y la valoro más que antes.

¿Algún esbozo de por dónde puede ir su segunda obra?

-Tengo la idea principal, he escrito algunas líneas y semi-definido a los personajes, pero aún está muy verde; puedo decirte que quiero ubicarla físicamente en lugar que aparece en mi primera novela, eso lo tengo claro. Ahora toca seguir aprendiendo y disfrutar este momento. Paso a paso.