Artium, para completar su agenda expositiva de este 2021, presenta desde hoy dentro del programa Sala Z la película Un film dramatique, del artista y cineasta norteamericano, aunque afincado en París, Éric Baudelaire. La producción, que se podrá ver hasta el próximo 23 de enero, es fruto del trabajo colectivo de un grupo de alumnos de un centro escolar de los suburbios de la capital francesa con los que el creador trabajó durante cuatro años.
En ella, los jóvenes reflexionan sobre sus vidas y comparten discusiones sobre la política, el miedo, la identidad, la cooperación y la pertenencia, al tiempo que van descubriendo el lenguaje cinematográfico mientras sus vidas evolucionan hacia la madurez.
Un film dramatique es el resultado de un proceso de trabajo de cuatro años de Éric Baudelaire con un grupo de 25 estudiantes del colegio Dora Maar de Saint-Denis, en París. La película plasma por tanto los momentos en que este grupo de adolescentes de ambos sexos comienzan a ser conscientes de su entorno, a entender su posición en la sociedad y a adoptar posturas críticas y políticas en su tránsito a la madurez.
En este sentido, como indica Patrick Holzapfel en la publicación que acompaña esta muestra, “lo importante es que no es una película sobre niños, sino hecha por niños. O dicho con más claridad: es una forma de dar voz a quienes no están acostumbrados a tenerla”. En ese proceso, los estudiantes descubren las posibilidades que ofrece el cine: la cámara como un diario, como un amigo, como algo con lo que soñar a través de la ficción, como un juguete o como un instrumento político.
“¿Qué hacemos juntos?” Esta es la pregunta que se hacen una y otra vez estos jóvenes. La búsqueda de una respuesta a esta pregunta política, que engloba representaciones de poder, violencia social e identidad, los llevó a buscar una forma cinematográfica que hiciera justicia a la singularidad de cada alumno, pero también a la sustancia del grupo, según explican desde el museo.
“¿Qué hacemos juntos, si no es un documental ni una ficción? Tal vez una película dramática, en la que el tiempo deje huella en los cuerpos y en el discurso de los alumnos, y donde descubramos la posibilidad de cada uno de hablar en su propio nombre filmando a los demás, y de convertirse en coautores de la película y en sujetos de sus propias vidas”.
La presentación de Un film dramatique está acompañada, en la antesala del espacio principal de proyección, por el cortometraje de Baudelaire Prélude à Un film dramatique. Filmado en el formato vertical de un teléfono móvil, las imágenes cotidianas de la escuela, las calles, los parques y las plazas del mercado se transforman en pasajes más abstractos.