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El Principal reivindica el valor de la escucha con ‘Las canciones’

Este sábado, el Festival Internacional de Teatro se reencuentra con El Pavón Teatro Kamikaze

El Principal reivindica el valor de la escucha con ‘Las canciones’

- La cuadragésimo sexta edición del Festival Internacional de Teatro de Gasteiz va entrando poco a poco en su recta final, aunque eso no quiere decir que la agenda decaiga, ni mucho menos. Mientras estos días se siguen ofreciendo distintos pases de la sección Off Lokal -que hay que recordar que tiene todo vendido desde hace semanas-, el Principal se prepara mañana para reencontrarse con El Pavón Teatro Kamikaze, en esta ocasión para compartir Las canciones, tras cuya representación habrá tiempo también para realizar una tertulia entre intérpretes y espectadores en el ambigú del edificio de la calle San Prudencio.

Será a las 19.30 horas cuando se suba el simbólico telón en unas tablas que, aunque no muchas, todavía tienen entradas a la venta para el anfiteatro segundo. Todo el resto tiene ya el cartel de completo colgado. Frente a los presentes estarán Carlota Gavino, Rebeca Hernando, José Juan Rodríguez, Ínigo Rodríguez-Claro, Joan Solé, Marta Matute y Pablo Messiez, también director y creador de un montaje que toma como punto de partida personajes y situaciones de las obras de Chéjov.

Como explican desde la producción, la obra arranca con una situación que, en principio, no tiene mayor importancia y que sitúa a un grupo de personas que se reúne para escuchar música. Pero ese acto “inofensivo” terminar “por transformarlos a todos”. Así, Las canciones -cuyo estreno se produjo en septiembre de 2019, pocos meses antes de la aparición de la pandemia- “nace del deseo de ocuparnos del sentido siempre abierto, el primero: el escuchar. Escuchar el mundo y escuchar su música contra la que ningún párpado protege puesto que, como dice Quignard, ningún párpado se cierra sobre la oreja”.

“Parece que antes de nacer ya estábamos escuchando cosas. Luego, ya en el mundo, nos vimos rodeados de entonaciones. Con el tiempo, algunas se fueron convirtiendo en palabras. Palabras que aprendimos a decir y a repetir hasta olvidar que alguna vez fueron música. Y así crecimos, con el lenguaje y sus sentidos, atenuándole su musicalidad a la voz. Por suerte, también cantamos. Y cuando cantamos el cuerpo recuerda que hay algo más en las palabras que unas ideas en los labios. Que hay mucho más en cada nombre que un deseo de nombrar. Hay aire, movimiento, voluntad y música. Por eso nos acompañan las canciones. Las que nos cantaban para dormir, las que cantamos borrachos, las que están atadas a un recuerdo para siempre, las que nos hacen reír, las que no podemos escuchar sin llorar”, las que sirven para componer la forma y el fondo de este montaje.