- Chase, Marshall, Skye, Rocky, Zuma y Rubble, los seis perros que forman el equipo de La patrulla canina, han afrontado incontables misiones en los casi 200 episodios que ya se han emitido de la serie animada canadiense que se estrenó en 2013. Para su salto al cine, además de conservar su inocente espíritu aventurero y su toque claramente infantil, traen algunas novedades como la incorporación de un nuevo miembro a la patrulla.
“Tengo dos niños de 6 y 3 años así que hay mucho fan de La patrulla canina en mi casa”. El director Cal Brunker resume así a Efe lo mucho que sabía de esta serie antes de tomar las riendas de la cinta. El cineasta detrás de otros títulos animados como Escape from Planet Earth (2012) y Operación Cacahuete 2. Misión: salvar el parque (2017) reflexiona sobre cuáles son los ingredientes del éxito de La patrulla canina en numerosos países y a lo largo de los años. “Creo que se reduce a unas pocas cosas. Una es que la serie es muy clara sobre la diferencia entre el bien y el mal y lo que significa hacer el bien. El equipo representa eso”, apunta. “Un objetivo para mí, y es algo que también hace la serie, era lograr algo que no fuera cínico, que simplemente fuera una historia auténtica sin muchos chistes sarcásticos o referencias pop. Una historia genuina con un buen mensaje”, añade.
La película sigue más o menos las coordenadas narrativas habituales de La patrulla canina, que es un equipo de elite formado por cachorros especializados en diferentes tareas (policía, bombero, etc.) y que están bajo las órdenes del joven humano Ryder. En este caso, los perros viajan a Adventure City para frenar los desastres y tropelías del alcalde Humdinger. En ese desembarco de emergencia, los cachorros conocen a una nueva integrante de este mundo perruno: Liberty. Brunker se muestra muy contento por haber tenido la oportunidad de crear un nuevo personaje y apunta que Liberty genera “un contraste” respecto al resto de perros, ya que ha crecido en la ciudad, “tiene la piel dura”, es “pícara” y “extrovertida”.
Por otro lado, el director comenta el desafío de trasladar a una película las breves y concisas aventuras televisivas de La patrulla canina. Para ello buscaron que uno de los personajes tuviera un problema emocional con el que lidiar y que eso se convirtiera en la espina dorsal de la historia. “En la película hay nuevos personajes que son geniales, grandes y épicos rescates, escenas de acción cool...”
“Pero es la historia emotiva en el centro de la película lo que conecta con el público”, asegura. Brunker confía en que los dilemas y dudas de Chase, que afronta sus problemas de identidad y lo que significa ser o no un héroe, puedan enganchar al público tanto infantil como adulto en torno a cómo puede “superar uno sus miedos”.