- Hablemos de ética es el comunicado publicado por el Zinemaldia, firmado por su director, José Luis Rebordinos, en defensa del Festival por las acusaciones recibidas “de falta de ética ante la violencia contra las mujeres”, tras darse a conocer que otorgará el Premio Donostia al actor y productor Johnny Depp.
¿Se han planteado retirar el Premio Donostia a Johnny Depp?
-En ningún momento. Cuando tomamos la decisión éramos conscientes de que podía ser polémica, no tanto por la que puede ser la realidad de Johnny Depp, sino por las cosas que ya circulaban por la Red. Si te soy sincero, no pensaba que iba a llegar al grado en el que un grupo político iba a solicitar la retirada del premio.
¿Por qué meterse en esa polémica?
-Acertada o equivocadamente pensamos que los debates son interesantes. Esto sirve para comprobar lo que pueden hacer las redes sociales a la hora de linchar a alguien. Cada vez más estamos dejando de lado la presunción de inocencia. Todos, y digo todos, cada vez más tendemos a juzgar a la gente con mucha facilidad. Que ese debate esté en la sociedad y que nosotros sirvamos para ello me parece interesante. Depp vive una situación muy injusta en la que, durante muchos años, se están dando por hecho cosas que no son reales.
¿Depp sabe de la polémica?
-Totalmente. Y nos agradece que estemos defendiendo el premio y que estemos ahí contando lo que sus propios abogados nos habían comunicado y lo que nosotros hemos ido comprobando y ratificando en los medios de comunicación británicos, norteamericanos, etcétera.
El galardón es a una carrera pero quizá lo trascienda y haya que tener otras cuestiones en cuenta.
-Eso es muy tramposo. ¿Crees que cuando damos un premio a los grandes actores de Hollywood sabemos algo de su vida personal? Para nada. ¿Cuando les damos un premio estamos diciendo que son maravillosas personas? ¿Por qué? ¿Porque no ha trascendido a la prensa no sé qué? Muchos tienen problemas, juicios... No damos un premio porque sean más o menos bondadosos, soy incapaz de juzgar eso. Solo podemos hablar de datos objetivos. Cuanto más investigamos el tema de Johnny Depp más complejo es y, precisamente, no por cuestiones que tienen que ver con el maltrato. Hay intereses económicos, cosas que se mezclan... Nunca vamos a tener todos los datos. Por eso existe la Justicia y por eso somos una sociedad con separación de poderes. No hay nada más peligroso que el linchamiento social, puedes arruinar la vida alguien aunque no sea culpable de nada.
En el comunicado resalta los pilares éticos del Zinemaldia.
-Vivimos en una sociedad patriarcal, donde el papel de la mujer no es todavía el que sería normal en una igualitaria. No hay más que ver los datos de asesinatos de mujeres por violencia machista para saber que vivimos en una situación absolutamente anómala con la que hay que acabar. La reacción ante esto, afortunadamente, se está produciendo de una manera intensa y fuerte, pero es verdad que, a veces, hace que nos olvidemos de la presunción de inocencia e, incluso otro valor que quiero reivindicar, la reinserción. Da la impresión, y no solo con la violencia machista, de que cuando alguien comete un delito hay que anularlo completamente para siempre. Mi opinión es, y la ley me ampara, que cuando alguien comete un delito tiene que ser juzgado por un juez, no por la sociedad, tiene que ser condenado si es culpable y cuando cumple su condena pasa a ser un ciudadano como otro cualquiera, con los mismos derechos y obligaciones que yo. Nuestra rabia, nuestra ira, nuestra preocupación por todos esos crímenes que están ocurriendo, por todo ese maltrato contra las mujeres, no nos puede hacer perder ese otro tipo de criterios éticos que también sirven para esa lucha.
Destaca “el rechazo a cualquier conducta violenta o de acoso”, “la presunción de inocencia” y “la capacidad de reinserción”.
-Me voy a morir defendiendo la presunción de inocencia y la reinserción, al igual que voy a morir defendiendo la lucha contra el maltrato porque es una lacra de nuestra sociedad. Y me parece alucinante que haya gente que niegue la violencia machista. Nunca voy a aceptar que alguien deje de ser inocente hasta que no se demuestre lo contrario y sea un juez quien lo demuestre y lo condene, aunque se le acuse de las mayores barbaridades del mundo. Otra cosa que me preocupa y que está pasando mucho tiene que ver con la reinserción, ya sea con un maltratador o un terrorista de ETA. Yo nunca me escondo, y ya que EH Bildu ha pedido que le retiremos el premio, le pregunto: ¿Una persona de ETA que ha cumplido su condena es culpable toda la vida? Creo que no. Esto también va a crear polémica y creo que va a haber gente que no le guste que lo diga pero me siento obligado a decirlo: alguien de ETA, una vez haya cumplido su condena, para mí es exactamente igual que yo. Tiene los mismos derechos y las mismas obligaciones si no vuelve a delinquir.
¿Algún miembro del Consejo de Administración se ha puesto en contacto preocupado por esta cuestión?
-Ha habido algunos miembros de un partido político que de una manera muy amable me han llamado para preguntarme cómo es realmente la situación. Les preocupa, como a cualquier persona normal, porque se está hablando de maltrato. Lo único que me ha molestado estos días es que alguien dude del compromiso del Zinemaldia contra el maltrato. Somos un equipo formado por hombres y mujeres que, aunque podemos diferir en cómo lograrlos, siempre estamos de acuerdo en los objetivos. Son tiempos de discusión, tiempos de avanzar. Nosotros escuchamos. En este tema tenemos claro que lo que no podemos permitir es que se usen datos falsos para criminalizar injustamente a una persona.
Si le solicitasen retirar el premio, ¿pondría su cargo a su disposición?
-Conociendo al Consejo, no creo que vaya a estar en esa línea para nada. Si ocurriese, obviamente, tendría que dejar la dirección del Zinemaldia. Siempre he dicho que los miembros del Consejo son mis jefes, son los que mandan en el Festival. Tenemos una química bastante buena y siempre hemos ido de la mano pero, realmente, son ellos los que tienen que decidir. Si ellos decidieran que no se le puede dar el premio, yo tendría que aceptarlo, pero tendría que marcharme. Me iría con toda tranquilidad y agradeciéndoles estos años tan estupendos en los que he podido trabajar con ellos. Si en un momento determinado el Consejo no esta cómodo con su director, lo normal es que le diga que se vaya. Estoy seguro de que estarán de acuerdo con nuestra decisión y que nos van a apoyar, pero si no fuera así me iría sin rasgarme las vestiduras y no sería un drama excesivo. Lo que es un drama es que las mujeres sean asesinadas por ser mujeres.
En contra del premio se han manifestado CIMA y (H)emen. ¿Ha hablado con sus representantes?
-La Asociación de Mujeres Cineastas de Canarias salió ayer a apoyarnos tras el comunicado. No, no he hablado con ellas y siento mucho que no nos hayan llamado para preguntarnos el porqué del premio o para mostrar su desacuerdo. Lo siento mucho porque con algunas de las cineastas que están opinando y que están afirmando que Depp está condenado hablamos de otros temas. Lo digo sin acritud, pero me da un poco de pena que no nos hayan llamado, que hubiésemos hablado y que luego hubiesen tomado la decisión que considerasen oportuna. Nosotros no esperábamos que este tipo de asociaciones salieran con esa contundencia. Entiendo su postura y también entiendo que en función de la información que manejes se hagan esas declaraciones.
Depp denunció al diario ‘The Sun’ por difamación porque publicó que era un “maltratador de mujeres” pero la denuncia fue desestimada.
-Depp no está acusado ante ningún juzgado de maltrato. Tiene juicios por difamación con Amber Heard que van de ida y vuelta. Ella hizo unas declaraciones en el diario The Sun en las que le acusó de “maltratador de mujeres”. Fue Depp el que denunció al periódico y el juez desestimó la denuncia porque pensaba que podía haber indicios de maltrato. No estaba juzgando un caso de maltrato sino que, ante la posibilidad de que los hubiera, no condenó al periódico. Para poder condenar a The Sun tendría que demostrar que lo de los maltratos es mentira, pero no puede decirlo porque no está juzgando ese caso. El juez piensa que puede haber indicios y esos indicios deberían ser denunciados por ella y juzgados en un tribunal. Creo que eso ha podido dar lugar a malas interpretaciones. Tenemos los papeles oficiales, lo hemos contrastado y todo confirma que nunca, nunca, nunca ha sido juzgado, ni tiene pleitos pendientes ante ningún juzgado, en ninguna jurisdicción, ni británica ni norteamericana, por maltrato a ninguna mujer.
¿Que el juez perciba que haya indicios de maltrato no genera un problema ético a la hora del premio?
-No. Para mí, ninguno. Ella no le ha acusado de maltrato en ningún juzgado, le ha acusado en un periódico y no hay ningún juicio. Para mí eso es fundamental. Tenemos más información personal que no voy a entrar a comentar. No voy a comenzar a hablar de lo que sé de la vida de ambos. Solo podemos hablar de lo objetivo: no está denunciado por maltratos, no está juzgado, ni condenado.
¿Va a haber algún otro Premio Donostia no tan polémico?
-El otro no va a ser polémico, no lo creo. Bueno, ya no lo sé (ríe). Esperemos que con el siguiente Premio Donostia solo se hable de cine. De cualquier modo, creo que el debate no es malo. No hay que tener miedo al debate, el problema es cuando se desquician por un lado y por otro.