Con un Principal con el cartel de completo en la puerta, Lucía Martínez y su proyecto berlinés The Fearless han acudido esta tarde a la penúltima cita del centenario teatro con la cuadragésimo cuarta edición del Festival de Jazz de Gasteiz. Eran muchas las expectativas generadas entre los aficionados ya que la creadora viguesa lleva años despertando mucho interés.
Baterista, compositora, arreglista y profesora, a la capital alavesa ha venido para romper un silencio de demasiados meses a causa de la pandemia, aunque a finales del año pasado pudo hacer algunos conciertos. Sin embargo, no le está siendo nada fácil poder contar con los músicos de su actual aventura a causa del coronavirus y los problemas para los viajes.
Por fortuna, en el escenario vitoriano han podido estar tanto ella como Richard Koch (trompeta), Benjamin Weidekamp (clarinete), Ronny Graupe (guitarra), Marcel Krömker (contrabajo) y el Dj Pelayo F. Arrizabalaga, aunque juntarlos en Vitoria ha tenido lo suyo con las vacunas y demás. Más allá de eso, el público ha podido encontrarse con una creadora y unos acompañantes inquietos, que creen en la necesidad de experimentar, probar y avanzar pero sin perder de vista nunca lo pasado, lo tradicional, lo heredado.
Con el cine como trasfondo, Martínez ha construido un viaje personal pero compartido, íntimo pero genérico, en el que dar rienda suelta a todo lo posible e imaginable, abriendo no ya las puertas, sino tirándolas a la primera patada. Desde la batería pero sirviéndose de casi cualquier cosa, ha sostenido un todo en el que cada uno de sus acompañantes no ha parado de sumar, y eso que a buen seguro más de uno entre los presentes no las tenía todas consigo con la presencia del Dj.
Si este trabajo realizado a medio camino entre aquí y Berlín ya es para tenerlo entre los discos preferidos, el concierto que la intérprete y su actual proyecto se han marcado en el Principal va a ser complicado de olvidar. Sí, el jazz puede evolucionar, jugar, cambiar, probar, divertirse, investigar y hasta gustar. Ella es una exploradora que no conoce ni límite ni miedo, que sabe que todo es posible. Y lo demuestra.