- La aparición del covid-19 y el confinamiento impidieron el primer intento. Los efectos de la pandemia y las decisiones de las autoridades con respecto a la hostelería truncaron también la cita prevista en noviembre. La próxima semana llega el momento definitivo. "Si a la tercera tampoco, será que tengo que abandonar la pieza", ríe Hannah Whelan. Seguro que esta vez todo sale como debe y así el público que se acerque al Darkahead los días 6, 7, 8 y 11 podrá compartir, por fin, All gifts. Las entradas ya se encuentran disponibles en el local de la calle Herrería, que de esta manera recupera su camino como escenario para el microteatro.
Cada jornada habrá dos sesiones, produciéndose el 6 a las 21.30 y a las 22.30 horas, mientras que los otros tres días los encuentros con los espectadores tendrán lugar a las 18.00 y a las 19.00 horas. La pieza -de la que Whelan es creadora, directora e intérprete- dura 25 minutos. "Es una radiografía de las influencias culturales que han forjado mi identidad, sobre todo como mujer", explica la artista sobre un montaje en el que pueden encontrarse desde el mito de Pandora hasta Madame Bovary pasando por La sirenita.
Aquí se relacionan "casi todos los modelos o iconos de la mujer que han aparecido en mi vida. Es un escaneo de esas influencias" ya hayan sido para lo bueno o para lo no tanto. "El objetivo cuando empecé a trabajar este proyecto era trascender un poco aquello que sentía que no me servía en mi día a día, ver esos valores, creencias y comportamientos que sigues arrastrando".
Desde esas bases, Whelan espera que, durante esos 25 minutos, los espectadores hagan un viaje con ella. "Les cuento bastantes historias, pero también intento llegar a la gente de otras maneras ya que dentro de la pieza utilizo distintos lenguajes", siempre con la emoción como guía. "Es una pieza que técnicamente es sencilla. Me gustaría pensar que el juego de transformación lo hago principalmente desde el cuerpo y desde la voz. Yo me transformo bastante en cuanto al aspecto. Entre eso y las particularidades del espacio, espero poder traer la magia del teatro" hasta el local de Herrería.
Antes de llegar aquí, cuando la propuesta todavía estaba en proceso, la sala Baratza -en la que ella es uno de los pilares básicos- fue el escenario de una primera presentación en el marco de una edición de las conocidas Noche Scratxe. Sin demasiados cambios a pesar de ser una obra "en constante desarrollo", el montaje se pudo compartir en el festival 150 Gramos. Pero para las representaciones previstas en el Darkahead, la pieza sí está tomando otros caminos. "Hacerlo aquí me está motivando para cambiar porque ya no es hacerlo en un teatro, es tener una relación muy diferente con el público". Así que "quería adaptar la obra al local. Bueno, o igual no es eso y es el momento vital en el que me encuentro. Pero sea por una razón o por otra, sí que estoy readaptando y eso me está llevando a disfrutar otra vez de volver a ella. Estoy explorando algunas influencias más". Al fin y al cabo, ella es la única responsable del proceso, desde la investigación hasta la representación. "El trabajar desde la semilla es un aprendizaje a cada paso que das y eso es muy interesante".
Con todo, Whelan es una creadora siempre en activo y eso ha llevado a que en algunos momentos de esos meses All gifts haya estado más en un segundo plano. "Me gusta hacer muchas cosas, y tengo muchos roles y puertas abiertas". Por ello, ha sido imprescindible para llegar a este momento el interés de Iñigo Calleja, responsable del bar, por contar con la representación. Ahora, eso sí, es el momento del público.