i algo hemos podido aprender durante esta pandemia es a valorar la alegría. Quizá porque siempre saboreamos más las cosas cuando sentimos la amenaza de perderlas. La importancia de una sonrisa, aunque solo se pueda leer en los ojos. La alquimia que obra un guiño de humor en la hora más triste...

Por eso Komedialdia se cita este año en torno al poder curativo de la risa. Por eso los payasos de hospital tratan de encender esta vela proyectando sus artes escénicas sobre el ámbito de los menores hospitalizados. Porque conocen la capacidad que tiene el humor de convertir el dolor y la preocupación en alegría y diversión. Aunque solo sea durante el tiempo que se tarda en hacer de una habitación de hospital un cohete rosa que va derecho a la luna.

En el marco de esta primera edición del Festival de Humor de Vitoria-Gasteiz, el Conservatorio Jesús Guridi acoge hoy a las doce un concierto del Combo de la Escuela de Música Luis Arámburu en beneficio de ASAFES y Express Your Clown, la asociación desde la que un puñado de gasteiztarras decidieron hace ya ocho años volcar su arte en beneficio de los menores hospitalizados.

"En el mundo hay una ley de la compensación justa, equitativa y saludable: que así como hay contagio en la enfermedad y las penas, nada en el mundo resulta más contagioso que la risa y el buen humor". Así lo vio hace dos siglos Charles Dickens, y así lo vieron tras él, un buen número de investigadores y médicos que llegaron a una misma conclusión: la risa, sana. Abrieron brecha Patch Adams, Le Rire Medicin desde Francia, Saniclown o Payasospital desde diversos puntos de España... y desde 2013, Express Your Clown alza esta bandera desde Gasteiz.

rol play

Cambio de paradigma: Cuando el menor por fin manda

DNA se acercó al sancta sanctorum de esta asociación, enclavado en el corazón del barrio de Arana, para charlar con sus integrantes. Blasa, Serafina, Fulgencia, Nina Aspirina, la Doctora Espidifren y Bacinetto son algunos de los tripulantes de esta nave, aunque pronto se descubre que esto, el que sean ellos los verdaderos tripulantes, también es sobre todo una ilusión, ya que todos los guiones artísticos, todos los juegos y bromas que puedan llevar previstos antes de entrar a cada sala, se irán al garete con la sola palabra de un niño. "Un hospital es un espacio creado en el idioma de los adultos en el que los txikis no pueden decir que no a nada ni a nadie. Pero cuando entra el payaso, ese paradigma cambia. Así que, aunque estuvieras pensando ser una taza, de pronto eres un elefante que vuela y a jugar".

Las personas que habitan estos personajes, Nina Aspirina, la Doctora Espidifren, Bacinetto... se toman ser payasas extremadamente en serio. "Somos voluntarios, pero voluntarios profesionales. Ninguno de los que entramos al hospital tenemos menos de 500 horas de formación específica", explican. Y es que, a diferencia de otras organizaciones que siguen esta senda en otras partes del mundo, en Express Your Clown nadie cobra por su trabajo, aunque se ven eternamente recompensados con una simple sonrisa.

Su formación es rica. "Y continua", añaden mientras desgranan la interminable lista de tutores y experiencias formativas que acumulan desde 2014. Todos parten de una sólida preparación como clowns. Pero para dedicarse a sanar con la sonrisa, reciben también una formación centrada en lo puramente médico, lo higiénico sanitario, y lo psicológico. "Cada habitación es un mundo. Entonces, ¿qué metes en la maleta? pues la mirada amorosa del payaso, delicadeza, respeto y cariño, porque si algo tenemos meridianamente claro es que entramos en un lugar sagrado en el que la clave es no invadir, escuchar y actuar en consecuencia".

la pandemia y el humorKomedialdia. Cuando el mundo más necesita una sonrisa

Como a todos, el covid les cambió el paso, pero no lo detuvo. Hicieron videos para animar a los menores mientras duró el confinamiento e incluso supieron llegar a los hospitales a través de un juego de escape que entretuvo a los txikis gracias a la colaboración de la unidad de Pediatría del HUA y la escuela de Mendizabala.

La intención: "mantener los vínculos", no parar de buscar esa risa que reconforta, que restaña las heridas inflingidas por el virus, también en los adultos. "Cuando entramos y también les sacamos una sonrisa a ellos, la magia es completa", explican. Y de este conjuro no se salvan los propios sanitarios, que necesitan como el que más "un respiro", un chute de alegría tras el heroico trabajo que vienen afrontando. "Ellos tienen ganas de vernos, y nosotros a ellos ni te cuento. Nada de esto habría sido posible sin su apoyo y comprensión", subrayan, en un agradecimiento a "todos aquellos que están detrás de los payasos", que mostrarán a quienes hoy se acerquen al Jesús Guridi.

En este sentido, valoran Komedialdia como "una excelente idea", sobre todo ahora que "hay demasiada tristeza". Y mientras esperan poder volver pronto a los hospitales, preguntados sobre el poder de la risa, se enzarzan en una loca tormenta de ideas. "La risa, todo loquita". "La vida debería ser amarilla: amar y ya". "Pompas de amor, besos redondos"... Y como si el periodista ya se hubiera ido, ellos se han metido en sus personajes. Así que allí les dejamos, en el atelier del que nacen los sueños que un día buscarán hacer sonreír a un niño. Convencidos de que en la receta del médico, además de los productos que dispensan en las farmacias, no estaría de más incluir una nariz de payaso. Porque el humor es el arma más poderosa ideada por la raza humana para luchar contra la adversidad. Palabra de payaso. Poca broma.

"Ser payaso de hospital requiere psicología y dedicación. Ninguno tenemos menos de 500 horas de formación"

'Bacinetto'

"Es puro funambulismo. Tratamos de llevar ilusión y alegría a un entorno de preocupación y dolor"

'Blasa'

"Esta situación nos afecta a la salud, al alma. Necesitamos reír y decir así que estamos vivos"

'Doctora Espidifren'

"Komedialdia es una excelente idea y fue muy hermoso y natural que sumásemos fuerzas"

'Serafina'