- En unos tiempos tan complicados para casi cualquier cosa, la artista gasteiztarra Zuriñe Amoroso sigue desarrollando diferentes caminos para encontrarse con el público. Por ejemplo, fue de las primeras en tomar parte en un nuevo programa destinado a creadores locales e impulsado por el Bakh. Y hace no mucho, con otros autores alaveses, tomó parte en una propuesta para exponer en las marquesinas de Bilbao. Ahora regresa a un espacio que conoce bien puesto que ya lo usó para el mismo fin a principios de este año, el estudio de interiores Plahusa 1984, ubicado en la calle Rafael Alberti.

Allí, hasta el 18 de julio, se presenta Cárcel de amor, una muestra de pintura compuesta por "obras en las que cuerpos femeninos aparecen amputados, amarrados y con un carácter sumiso y a la vez se convierte en un grito desafiante. En mi último trabajo encuentro una novela de época medieval de Diego de San Pedro, que habla sobre el amor platónico. Cada cuadro es una perla que conforma el colgante, como metáfora de la muestra. Me ayudo de la narrativa, que, sin ser obvia, guía el proceso de creación", explica la autora.