Por sexto año consecutivo, Dazz Jazz llama a la puerta. Pero como sucedió el año pasado, el festival estival no se va a poder producir en el local de la calle Cuchillería donde nació. La pandemia obliga. Si en 2020 fue Vital Fundazioa Kulturunea (en Dendaraba) el escenario que ayudó a poder llevar a cabo la propuesta cumpliendo todas las normativas sobre seguridad sanitaria y aforos, esta vez la atención se va a trasladar al aula magna del Conservatorio Jesús Guridi, puesto que va a permitir el acceso de más público para disfrutar de un cartel que se ha diseñado a la altura del cambio. Es más, podrá haber espectadores sobre el escenario.

En total serán cuatro los conciertos que se desarrollarán entre el 5 y el 8 de julio. Las entradas sueltas estarán a la venta a partir de este viernes a través de musikaze.net. Los abonos, con un precio de 80 euros, se podrán adquirir online y en el Dazz, el espacio de la calle Cuchillería, que en 2019 recibió el premio BBK Jazz en reconocimiento a su programación musical. Todas las actuaciones comenzarán a las 20.00 horas, costando los pases 15 euros para los asientos situados en la zona del órgano y entre 20 y 24 euros para el resto del aula manga.

El programa se abrirá el 5 de julio de la mano del maestro Jorge Pardo, que ya sabe lo que es tocar en el Jesús Guridi, aunque en esta ocasión acudirá acompañado por Badolero a la percusión y Melón Jiménez a la guitarra. Será una nueva oportunidad de encontrarse con el referencial saxofonista, flautista y compositor dentro de este Trance Trio.

Justo 24 horas después tomará el relevo el pianista Alfredo Rodríguez, que acudirá a la capital alavesa con dos viejos conocidos del escenario del Dazz como Yael Hernández (bajo) y Michael Olivera (batería). De hecho, con otro formato, estuvieron el año pasado en la edición que se tuvo que llevar a cabo en Dendaraba a causa del covid.

También volverá a Vitoria, el miércoles 7 de julio, una Andrea Motis que hace ya tiempo que dejó de ser una joven promesa para ser una realidad consolidada. Su trompeta y su voz estarán acompañadas en el conservatorio por Joan Chamorro (contrabajo), Josep Traver (guitarra) y Christoph Mallinger (violín), nombres habituales en el camino de una intérprete que visitó por última vez la capital alavesa en 2014.

El broche se pondrá el 8 con Sacatubón, proyecto liderado por un Roberto Pacheco que también estuvo hace un año en el Dazz Jazz, además protagonizando la última sesión, eso sí, en un formato bien distinto. Ahora, el trombonista acude con una agrupación donde su instrumento es protagonista gracias a Roberto Bazán, Paco Soler, Pablo Martínez y Tony Molina, acompañados por Satxa Soriatzu (piano), Miguel Sempere (bajo) y Juanma Urritza (batería).