- Albalez, el personaje creado por la “millenial” Alba Caro, es irónico, sarcástico, realista y directo, una suerte de Mafalda del siglo XXI que en el cómic Soy Albalez se muestra sin filtros porque con el humor se puede tratar “todo o casi todo” y así poner en “tela de juicio” lo que se da por normal.

A sus 28 años esta sevillana tiene claro que a ella lo que le gusta es “hacer el humor”, y por eso ha llevado a la viñeta esa manera crítica de ver la vida, sobre todo de analizar lo que le sucede a ella y a sus amigas cuando deciden no seguir los cánones establecidos por la sociedad de manera consciente o inconsciente.

“Una de mis preguntas de la actualidad es quién ha decidido lo que es normal y por qué, en qué momento se han fundado los cánones de belleza, de la normalidad, porque a lo mejor si revisamos los estatutos hay algo que estaremos haciendo mal”, dice.

Así que si Mafalda se preguntaba que “¿por qué si la vida comienza a los 40 años nos hacen venir al mundo con tanta antelación?”, Albalez pone en tela de juicio el hecho de que la depilación sea algo obligatorio o que puedas quedar con alguien al día siguiente de que te hayan dejado.

“Me gusta darle una vuelta de tuerca a eso, ¿por qué nos hacen sentir como que estamos fuera de lugar? Por ejemplo, cuando eres adolescente si no bebes alcohol o no fumas ya no estás en la onda, y actualmente lo veo en mucha gente que es más tímida y o no se puede imponer y se siente un bicho raro si no lo hace”, lamenta.

Por eso, en estas páginas, Caro relata una situación que bien podría situarse en una semana o en dos días, porque el tiempo en el que transcurre su historia no es lo importante, sino esos zarpazos a los “temas tabúes con las emociones” que le da en cada viñeta que protagoniza Albalez y sus dos amigas.

Tres mujeres que fracasan, o no, en el amor y que disfrutan, o no, con su trabajo, porque no todo en esta vida debería ser revisado: “si no tienes pareja es que igual has fracasado en el amor, pero ¿y si quiero estar sola, y si la persona que he conocido no me han llenado como persona?”, dice esta mujer llena de preguntas a las que intenta dar respuesta en este cómic publicado por Lumen. “Albalez tiene diferentes citas que no acaban bien, pero no acaban mal, porque se ha conocido a ella misma viendo qué quiere o no quiere y desarrollando su personalidad. Yo puedo llenarme a mí misma y cuando quiera”.

Pero no sólo es Albalez la que tiene problemas en el amor o en el trabajo, sino que en su particular disparadero también aborda diferentes maneras de afrontar estas realidades a través de sus amigas, esas con las que ella actúa como una “auténtica amiga”.

“Si eres mi amiga de verdad yo te voy a decir la verdad, porque para eso me han contratado y no me pueden despedir como amiga”, asiente.

Aunque se trate de un libro visto desde los ojos de alguien menor a 30 años, el hecho de que Caro levante la alfombra sin pudor hace que Soy Albalez se convierta en un cómic con el que cualquier lectora o lector va a tener varios golpes de carcajadas y más si saben que quien más se ríe de sí misma es la propia autora.

Con una estructura clásica de viñetas, la sevillana asegura que éste formato le pareció “divertido, sencillo”, pero sobre todo el mejor para poder “exagerar mucho la realidad sin que fuera súper realista”.

A través de un lenguaje directo, en el que no faltan expresiones dulcificadas como “putita”, aunque “sin faltar el respeto”, espera que su “alter ego” pueda “crecer en diferentes aspectos”. Eso sí, no avisa en cuáles.