El pasado año a Anne Lukin (Pamplona, 2001) le cambió la vida en cuestión de meses: pasó de no haber cantado nunca sobre un escenario, a participar en el programa Operación Triunfo, ser reconocida mediáticamente y tener la posibilidad de grabar su primer disco. Fruto de esa vorágine vital surgió una colección de canciones que hoy ve la luz bajo el título de Al Día Siguiente. Un disco muy personal, tanto que Anne, con apoyo de su management Sweet Bird, ha autoeditado: "Este es un camino más lento pero, al final, a lo que quiero que me lleve es a poder vivir de esto toda mi vida y a ser consecuente con quien soy", explica la navarra.

Ante la inminente publicación de 'Al día siguiente', ¿hay nervios, ilusión, ganas por ver su acogida...?

-Tengo todo tipo de emociones, desde pánico hasta una alegría increíble y muchas ganas de que lo que lleva gestándose un año salga, ya no puedo guardarlo más para mí.

La composición de las canciones del disco se remonta a un año atrás, ya que comenzó en plena cuarentena. ¿Cómo fue creciendo el proyecto?

-En cuarentena compuse muchísimas canciones, pero algunas se han quedado fuera porque después seguí componiendo, surgieron las colaboraciones... Y cuando compongo es porque me surge una necesidad de contar algo y de transmitir las experiencias que estoy viviendo, y al salir de casa surgieron más temas. En noviembre llegó el momento de grabar el disco, en el estudio La Casa Murada y fue una de las mejores experiencias de mi vida: estar un tiempo sólo centrada en el disco, rodeada de músicos, viendo cómo se graba... Salí de la grabación sintiéndome súper realizada y sabiendo que esto es lo que quiero hacer el resto de mi vida.

'Al día siguiente' son diez temas que no se podrían encasillar en un único estilo, sino que más bien asemejan ser un abanico musical. Ante su primer trabajo, ¿le apetecía experimentar con cada canción?

-Sí, conforme iba componiendo las canciones me imaginaba su sonoridad y cada una era de una madre, porque a mí me estaba naciendo experimentar y hacer lo que saliese, sin un estilo o etiqueta. Nunca me ha gustado ponerme vallas y para la música mucho menos. Fui componiendo y lo que salía se lo mandaba al productor, Ricky Falkner, y él es guay porque sabe respetar la sonoridad de cada tema y el estilo que quiero darle, pero manteniéndolo dentro de un ecosistema que hace que todas las canciones convivan entre ellas sin ser realmente del mismo estilo. No me atrevo a encasillar el disco ni a etiquetarlo, creo que no se puede y tampoco me apetece. Que la gente lo escuche y saque sus propias conclusiones.

Ha contado con la colaboración de Zahara, Gorka Urbizu y Miss Caffeina en la composición de tres de los temas, a los que además ponen su voz. ¿Qué le han aportado?

-A Zahara le llevo siguiendo años y fue todo tan fácil y tan bonito... Me pidió que preparase un texto, lo leímos y me dijo que le estaba pasando lo mismo, pero 20 años después. Así surgió Lo Típico, que la letra es mía, la música suya... Una canción preciosa. Conecté mucho personalmente con ella porque tiene una manera de ver la música muy parecida a como la veo yo. Con Gorka fue más de película. Él llevaba sin hacer nada desde que se separó Berri Txarrak y para mí era inalcanzable, he sido fan suya toda mi vida. Yo sabía que quería hacer una canción en euskera y Ricky, el productor, tenía mucha relación con Gorka, habló con él y al final dijo que me ayudaba a componer. Fui a su casa, nos pusimos a trabajar y en dos días teníamos Lisboa. Veía que a Gorka le gustaba, le invité a ir al estudio... y allá le hicimos una emboscada entre todos y al final también cantó (risas).

¿Y con Miss Caffeina?

-Estuve componiendo con Alberto -vocalista- y Sergio -guitarra- y fue muy bonito el proceso, nos salió todo rodado. Hicimos dos canciones: V, que está hecha entre los tres pero canto sólo yo; y luego a Alberto le di una idea de letra y compuso una canción tan bonita que le dije que me la quedaba. Y la canto con él, es Extraterrestre.

A nivel de letras, en 'Al día siguiente' plantea preguntas, comparte dudas e incertidumbres, deseos y propósitos€ ¿El disco es, de alguna forma, un diario desde que abandonó la Academia de 'OT'?

-Alguien me dijo que mis canciones eran como un trocillo de biografía hecha canción y me gustó la frase porque es verdad. Es eso, me desnudo y todo mi proceso de este año está en este disco: de salir, de las dudas y de los miedos, de las alegrías también, de amor y desamor€ Todo lo que me ha ido pasando está escrito en canciones y soy yo al 100%. Es algo que me gusta de este trabajo, que me reconozco en todas las letras y me representa a mí, representa mi evolución y representa a mi año.

En ese sentido, haciendo un guiño al título de una de sus nuevas canciones, no sé si este disco habla de 'Lo típico', pero sí que parece ser un canto a lo cotidiano, al día a día€

-Las letras tienen un lenguaje poco poético, la verdad. Es como si estuviese ahora mismo en una conversación y la transcribiese a canción. Sí que es un canto a lo cotidiano, igual dentro de un año me da una volada y es súper poético y son letras metafóricas, pero ahora me apetecía ser muy directa.

¿Con qué tres palabras resumiría este compacto?

-Qué difícil€ Pero con verdad, evolución y amanecer.

En la nota de prensa apuntan que "descubrir la identidad tan única de Anne es encontrar un referente para muchos jóvenes con ganas de mejorar el mundo cada día".

-No leo las notas de prensa, porque€ (risas).

¿Da vértigo esa exposición pública?

-Empezar a ser consciente de hasta qué punto puedes llegar a ser referente o a estar expuesta públicamente es una de las cosas que más me ha costado en este proceso. Tampoco soy Madonna, pero hay gente que te está mirando y tienes la responsabilidad de ser la mejor versión de ti misma y la persona a la que a ti te gustaría seguir. Al principio no era consciente y rechazaba el hecho de tener esa responsabilidad, pero luego lo empecé a ver de otra manera y me dije: voy a ser yo misma y a ser sincera con mis pensamientos y con lo que siento. No voy a ponerme más presión de la que debería, porque aunque estén cuatro cámaras mirándonos, seguimos siendo personas igual de corrientes. A tu trabajo, que es la música, y ya está.

Ha comentado que comparte con Zahara la manera de entender la industria musical, ¿cómo es?

-La de primar siempre tu identidad y lo que tú realmente quieres hacer y cómo. Tu música ante todo. Es muy fácil perder eso y yo no lo quería perder por nada del mundo. También está el poder de decisión y la libertad, que es un lujo, no siempre se puede. Es una gran suerte tener decidir cómo, cuándo y donde. Quizá es un camino más silencioso, porque no es un boom y un nivel de exposición muy alto, no estás en todos los medios a la vez, ni hay catorce mil personas esperándote... Pero da igual. Es un camino más lento pero, al final, a lo que quiero que me lleve es a poder vivir de esto toda mi vida y a ser consecuente con quien soy. Que dentro de diez años escuche este disco esté orgullosa, me represente y me reconozca en esas canciones.

Imagino que de ahí la apuesta por la autoedición de su disco, con la ayuda de Sweet Bird.

-Otra de las cosas que he aprendido este año es que sin tu equipo no eres nada. Antes de toda esta locura, yo veía al artista y no veía más atrás o más allá. Y en todos los procesos, hay gente detrás currando que realmente sostienen a un artista y lo digo en serio: sin equipo no eres nada. Tuve mucha suerte de encontrar un equipo que entendiese mi música y me entendiese a mí, que apostase por mí y que me apoyase al 100% para crecer musicalmente y personalmente, que no tuviesen prisa y que primasen ante todo la música y a las personas.

Tras publicar el disco, le toca enfrentarse a su primera gira, que el 24 pasará por la sala Jimmy Jazz. ¿Cómo afronta esta etapa?

-Hasta OT nunca me había subido a un escenario y defendido una canción sola. Hemos dado dos o tres conciertos, pero no es lo de subirte a cantar tu disco delante de gente€ Tengo muchas ganas de experimentar eso y de ver qué tal, de fallar y de aprender, de tocar con músicos, los ensayos€ Ya he vivido el proceso de crear el disco y ahora me falta el final del ciclo, que es sacar la música y tocarla, el público€ Además, con la pandemia, he sacado canciones pero no he tenido contacto con el público, no he cantado mis temas y visto la reacción... Me apetece vivir eso.

En su agenda se echa en falta un concierto en Pamplona, ¿no?

-(Risas) Vendremos, vendremos. Está por confirmarse.

Como si de un viaje se tratase, cierra el disco con 'V', una canción cuya letra habla del mañana. Y el propio título, 'Al día siguiente', también alude a aquello que está por venir...

-¿Sabes cuando en un cuento o historia te dicen: "y al día siguiente..."? Para mí representa eso, que por muy mal que hayan ido las cosas o todo lo que haya podido pasar, tienes la oportunidad de seguir y hay un nuevo amanecer y hay una nueva etapa. Es la esperanza del día siguiente y tú decides cómo seguir. En mi caso, he elegido coger el ukelele, componer, hacer mis canciones y para mí Al Día Siguiente representa ese nuevo empezar, lo que eliges tú hacer después de todo lo que te haya podido pasar.

¿Y cómo le gustaría que fuese su día siguiente?

-Seguir viviendo de esto hasta el día que me muera y seguir haciendo canciones, que la gente las escuche y poder seguir cantando y aprendiendo. Esa es mi meta.

'Al Día Siguiente'. Diez temas dan forma a Al Día Siguiente, un disco poliédrico, que se aleja de etiquetas y producido por Ricky Falkner (Love Of Lesbian, Mikel Erentxun...) y Martí Perarnau (Juno, Mucho...). Se grabó en el estudio catalán La Casa Murada y colaboran Gorka Urbizu, Zahara y Alberto Jiménez (Miss Caffeina). Con ayuda de su management, Sweet Bird, Anne ha autoeditado su disco y recientemente ha entrado en Sony Music Publishing.