"Charly y Pepi son el reflejo de muchas personas de esta realidad. Trabajan, con eso les llega para pagar sus facturas y poco más. Muy poco más. Su único desahogo es ir a comprar a un supermercado barato. Y su alegría poder ir a algún concierto de vez en cuando y tomarse dos cervezas". Son dos mileuristas que intentan sobrevivir, que ya es bastante, en una ciudad que es Vitoria pero que podría ser cualquier otra. Son los protagonistas de Aceitunas, sexo y rock and roll, la nueva novela del escritor gasteiztarra Rafael Moriel.

La pandemia obliga y no hay posibilidad de hacer una presentación al uso, pero el libro ya se encuentra disponible. Una obra en la que frente a esa realidad cotidiana a la que se enfrenta la pareja protagonista, aparece una fantasía sanadora y salvadora. "Para ellos la vida es más interesante en sus mentes que en el día a día. Son dos personas que no encajan bien en este sistema y que construyen una fantasía" alrededor de la música y de una mascota.

Realidad y ficción se dan el relevo al 50% en la sucesión de páginas que conforman un libro que empezó a escribirse el 28 de diciembre de 2019 y terminó de redactarse justo doce meses después, en la misma jornada de 2020. Una publicación que busca a un lector que "quiera dejarse llevar, que le sorprendan. Se va a encontrar un libro que se lee rápido y que tiene que ser divertido, aunque haya puntos dramáticos. Es una obra para personas que no se conforman con lo actual, un texto diferente, original" en el que "le doy a la imaginación la oportunidad para que resuelva los conflictos. Espero que a esta historia se asomen personas creativas, originales, a las que les guste que les sorprendan con algo distinto".

Una propuesta diferente ya desde el título. "El rock and roll es algo claro. Les gusta, son aficionados, van a conciertos". Y les sirve para construir ese mundo imaginado, por donde pasan nombres tan dispares como Jorge Ilegal, Neil Young, John Fogerty, Steven Tyler, Javier Gurruchaga y un largo etcétera. "El rock siempre está del lado de Charly. Nunca le fallará, igual que la imaginación o su mascota. El rock es algo genuino que siempre estará del lado de los perdedores". Otra cosa es el sexo. "Como él está tan mal en lo laboral se le ha ido el apetito y ella se pregunta qué pasa". No es, por desgracia, tan extraño. Y faltan las aceitunas, claro. "Aquí no hay ni drogas ni religión, pero las aceitunas están por todos los lados y en diferentes formatos". Hay hasta alguna receta para encurtirlas. "Es producto de haber realizado gran parte de la escritura durante el confinamiento", dice con una sonrisa el autor, que tiene claro que, como se suele decir, la realidad supera la ficción. "Pero de todo se sale".

Con esta publicación, Moriel rompe un paréntesis de cinco años sin nuevas referencias de cara al público. Eso sí, la escritura no se detiene. Durante los últimos tres años ha estado trabajando en otra novela más voluminosa que seguramente saldrá en diferentes partes. "Y tengo otro libro de poemas, otro de relatos, otro de micro-cuentos. Pero quiero ir tranquilo". Todo llegará.

La novela cierra un paréntesis de cinco años sin nuevas referencias, aunque el autor ultima varios títulos de diferentes géneros

"Es un libro que se debe leer rápido, que tiene que ser divertido, aunque haya puntos dramáticos", apunta el autor