unque parezca mentira tener que decirlo, Baby es una película hecha para ver en el cine. Es una idea que el director vitoriano Juanma Bajo Ulloa ha defendido una y otra vez desde el estreno de su última producción en el Festival de Sitges. Y a pesar de que las circunstancias derivadas de la presencia del covid-19 han puesto muchas piedras en el camino para que esto fuera así, el filme está pudiendo cumplir el objetivo. La apuesta no era fácil, partiendo de la base de que no hay un solo diálogo en todo el metraje, algo complicado de digerir para el gran público, tampoco hay que engañarse. Además, en un mercado de superproducciones y propuestas audiovisuales fáciles de consumir sin dejar huella, un cuento sobre las segundas oportunidades, la creación y la necesidad de saber amar parecía abocado a enfrentarse con muros infranqueables. Pero las buenas críticas, los premios y las nominaciones han ayudado a sortear una parte importante del complicado panorama.
La guinda podría llegar el próximo sábado 6 de marzo. Dos son las opciones que tiene Baby en los Goya, en unos premios cuya gala de entrega también va a estar marcada por el coronavirus, aunque a nadie se le escapa su capacidad de promoción de las películas galardonadas. Solo las nominaciones, de hecho, tienen un efecto más que importante en este sentido. Bajo Ulloa -que ya sabe lo que es triunfar en los galardones de la Academia- opta esta vez a llevarse el reconocimiento como mejor director, categoría en la que comparte protagonismo con Salvador Calvo (Adú), Iciar Bollain (La boda de Rosa) e Isabel Coixet (Nieva en Benidorm).
Además, su música original, que fue premiada nada más estrenarse el filme en el Festival de Sitges, tiene opciones. Bastantes, de hecho. En este caso, los también gasteiztarras Koldo Uriarte y Bingen Mendizabal estarán a la espera de saber qué sucede con ellos y con Roque Baños (Adú), Maite Arroitajauregi y Aranzazu Calleja (Akelarre), y Federico Jusid (El verano que vivimos). Por cierto, puede ser una semana redonda porque los dos músicos están nominados en la misma categoría de los Feroz, cuya entrega es este martes 2 de marzo.
De conseguir estas distinciones, Baby va a encontrar más puentes para afianzar algo que la producción busca desde su inicio, asentar su camino internacional. La historia no entiende de fronteras. Tampoco la manera de contarla. El problema, cómo no, está siendo la pandemia y la cancelación, aplazamiento o realización virtual de los festivales de cine en los que la película hubiera tenido, sin el covid, unos aliados de primer nivel, también gracias a la presencia en su reparto de Rosie Day, Harriet Sansom Harris y Natalia Tena. En los que ha podido estar, aún sin ellas, el resultado ha sido destacable.
Tras Sitges, Baby llegó a las salas del País Vasco el 4 de diciembre. Dos semanas después dio el mismo paso en el resto del Estado. Fue el momento de que el público conociese este relato protagonizado por una joven madre cuyas adicciones le llevan a tomar unas decisiones fatales con respecto a su pequeño.
El 5 de agosto de 2019 empezó el rodaje del filme, que se alargó hasta las primeras semanas de septiembre. Distintos puntos de Álava fueron el escenario escogido para hacer realidad una película donde la naturaleza es un personaje más del reparto. Un elenco en el que junto a las mencionadas Day, Sansom Harris y Tena, también están Charo López, Mafalda Carbonell, Susana Soleto y Carmen San Esteban, que dan vida a este cuento en el que cada una, a su manera y cada una por sus razones, intenta encontrar el amor, ya sea a otra persona, a una adicción, a un bien material, a...
"Es un cuento de suspense, un drama" dice su creador, que antes de tener la versión definitiva del guión fue a cada paso quitando más y más diálogos. Los pocos que quedaron, en euskera, se llegaron a rodar, pero desaparecieron del montaje final. "Iba a ser una película convencional, con más personajes, diálogos... Pero en el proceso me fui dando cuenta de que cada vez necesitaba menos cosas para decir lo que quería".
"En toda la película hay una búsqueda de la belleza, incluso entre aquello que nos puede parecer más putrefacto", y con esa idea, Baby habla de que "la naturaleza siempre nos concede una segunda oportunidad, los que no solemos darlas somos nosotros".
Ya en el estreno del filme en el Festival de Sitges, la música de Uriarte y Mendizabal consiguió su primer reconocimiento
Rodada en Álava en verano de 2019, la película cuenta con un reparto internacional en el que la naturaleza juega un papel fundamental