- Con el primer día de este mes se hizo realidad la versión digital a través del Bandcamp del grupo vitoriano. En breve, además, se podrá conseguir el formato físico, en este caso en vinilo. La tarjeta de presentación de Duna, que lleva el mismo nombre que el dúo, ya está disponible. Un total de ocho composiciones instrumentales dan forma y fondo a un trabajo en el que "los temas te van atrapando, generando una especie de paisaje sonoro que luego cada uno percibirá como quiera", describen el guitarrista gaditano Gonzalo y el baterista gasteiztarra Juancar.

Minerva, Bisonte y Galerna son algunas de las canciones que se van dando el relevo en un álbum que se grabó el pasado mes de julio con Koldo Sagastume a los mandos técnicos. Como en tantas otras ocasiones, de su mano la sala Jimmy Jazz se reconvirtió en la sede de los SagaSound Studios para acoger una grabación en la que todo se registró como si de un directo se tratara. El resultado final se traduce en "una música muy abierta", una atmósfera que puede dar cabida a cualquier tipo de emoción, sentimiento o reflexión. "Esperemos que a la gente le llegue y que nos lo pueda transmitir, aunque siempre habrá quien piense que no canta nadie y es aburrido", sonríen ambos.

Quieren escapar de etiquetas -aunque en su caso se podría hablar de desert rock y post rock-, entre otras cosas porque "venimos de mundos diferentes musicalmente" y todo suma, al igual que el gusto de los dos por lo instrumental. Fue eso, de hecho, esas ganas de profundizar en un "sonido más atmosférico" sin necesidad de tener que contar con la voz lo que les llevó a hacer desaparecer Odio Koala, que era una propuesta "más punk rock y con canciones cantadas", y poner en marcha Duna, tras haber coincidido ambos en el proyecto Countach!.

En ese camino compartido, con su actual propuesta dando sus pasos iniciales a principios de verano de 2019, decidieron además presentarse al certamen Gazte Talent, lo que acompañaron con la publicación de una primera demo. "Salimos contentos pero no íbamos con la idea de tocar para ganar, no daría nunca un concierto para eso", comenta Juancar. Con todo, se hicieron con el primer premio. "Nos quedamos como: ¿qué? ¿nosotros?", ríe Gonzalo. La pena es que eso fue en diciembre, al poco apareció la pandemia y los planes de conciertos que tenían se fueron al traste, así como la idea de grabar este primer disco en abril. Hubo que esperar a la desescalada para volver al local de ensayo durante un mes e ir a la grabación con todo medido hasta el último detalle.

Ahora solo falta que se pueda hacer una presentación en directo y retomar las actuaciones. "Estamos deseando poder tocar", aunque mientras eso llega más pronto que tarde, siguen dando forma a nuevas composiciones. "Estamos contentos con la línea que marca el disco, es en lo que queremos seguir profundizando", más allá de que en algunas de las últimas canciones se esté haciendo hueco un "toque flamenco". Todo llegará. Por ahora, es su primer álbum -cuya portada está diseñada por Cosmic Tentacles (Mikel Cthulhu)- el que reclama la atención.

Ocho temas instrumentales componen un trabajo grabado el pasado julio y que ahora espera a poder ser presentado en directo

La aparición del coronavirus impidió al grupo poder disfrutar, sobre todo con conciertos, su triunfo en el certamen Gazte Talent 2019