El primer disco está a punto de ser una realidad tanto en la versión digital como en el formato físico, aunque Hortzak lleva semanas dándose a conocer entre el público con la publicación de cuatro de las diez canciones que componen Heriotza ala hil. De hecho, el último adelanto se produjo ayer mismo. Píldoras de un proyecto en el que coinciden David Zabala (guitarra), Txomin Laka (bajo), Asier Gabiola (batería) y, aunque pueda sorprender a más de uno, el director de cine gasteiztarra Paul Urkijo (voz).

De esta forma se materializa un proyecto “sin ningún tipo de pretensión” según el realizador. “Conozco a Zabala de la universidad. Somos muy amigos e incluso hemos hecho algún corto. Hace como unos tres años me comentó que tenía algunas canciones que solía tocar con un colega suyo, Asier, y me propuso meter las voces”. El impulso inicial fue decir que no, pero al final probó un par de veces “y me animé” tanto a cantar como a escribir las letras de los temas.

A partir de ahí, entre 2019 y 2020 fue tomando forma una propuesta que, más allá de las etiquetas genéricas del metal y del rock que la banda menciona para presentarse, camina entre el sludge metal y el death n’roll. Así se plasma en un primer álbum registrado en Auryn Studios de la mano de Tristán Iñiguez. Temas como Hurrengo Kolperarte, Galtzaile Garaile y Printze Adarduna sostienen una tarjeta de presentación que “hemos hecho pensando en nosotros; si a la gente le gusta, genial, y si no, mejor”, sonríe Urkijo, que asegura que “hago esto pidiendo perdón a todos los músicos de verdad”.

En ese sentido, apunta que Hortzak “es un proyecto que ha salido de manera muy visceral. Es algo que hemos hecho entre amigos para disfrutar, para desahogarnos. Por eso no esperamos nada ni hemos pensado en posibles directos. Si algún día podemos hacer un concierto para colegas en plan underground, pues vale, genial, pero ésta es una idea que nace sin pretensiones”, dice Urkijo, quien, aunque en ocasiones ha realizado diseños gráficos e ilustraciones para bandas de metal -también en este caso-, reconoce que esta nueva faceta “es algo muy, muy diferente a lo que suelo hacer”.

Aunque la pandemia ha condicionado un tanto los últimos meses de trabajo (Zabala vive en Durango, Asier en Lekeitio y Txomin es de Berriatua), Urkijo ha ido aprovechando “los huecos libres de la agenda para ponerme los casos, encerrarme en la terraza o en el coche, y pegar unos cuantos berridos. La verdad es que todo esto está siendo muy terapéutico”. Además, partiendo de las melodías creadas por guitarrista y batería, el cantante se ha encargado también de las letras, en las que el público se encontrará con temas relacionados con la mitología, los sentimientos de rabia... “En realidad es un poco como escribir un guión. Es decir, buena parte de lo que supone crear un argumento tiene que ver con ver películas. Y lo primero que he hecho a la hora de escribir las letras es basarme en lo que he aprendido de toda la música que he escuchado a lo largo de los años”. El resultado final ya es una realidad.

Ya se han adelantado cuatro de los diez temas que van a componer ‘Heriotza ala hil’, álbum de debut que está a punto de publicarse

“Si algún día podemos hacer un concierto para colegas, genial, pero éste es un proyecto sin pretensiones de nada”, dice el realizador