- Está siendo una vigésimo cuarta edición muy atípica para el festival de cortometrajes de Gasteiz, Cortada. Aún así, parece que las dos primeras jornadas se están saldando con un balance positivo en esta fórmula de unir sesiones presenciales con proyecciones online, fórmula aplicada debido a los condicionantes que marca la presencia del covid-19. Esta forma de actuar se va a mantener hasta el sábado, el día de la clausura dentro de la estructura de un certamen que hoy pone en marcha su sección oficial tras dedicar lunes y martes a la producción experimental y al apartado Hemengoak.
“La verdad es que las sensaciones que nos han dejado estos dos primeros días están siendo muy buenas”, apunta el responsable del certamen, Kepa Sojo, que destaca, sobre todo, la asistencia registrada el lunes al espacio de la Fundación Vital en Dendaraba. “Cuando abres un festival con una sesión de cine experimental y ves que tres cuartas partes del aforo están llenas un lunes tan pronto a la tarde, te quedas un tanto sorprendido”. De hecho, la organización no para de recibir consultas sobre cómo acudir, por ejemplo, a las citas de mañana, el viernes o el sábado, cuando se estrenarán en Vitoria las últimas propuestas de los creadores locales Paul Urkijo (Dar-Dar) y Aitor López de Aberásturi (Buruak) y Estibaliz Urresola (Polvo somos).
También el festival se muestra muy contento con la respuesta que está obteniendo la difusión online de su programación a través de Festhome. “La edición se inició con más de 500 entradas vendidas y la verdad es que son números que nos están resultando muy interesantes”, cifras que vienen a respaldar lo acertado de la opción tomada a la hora de hacer la edición de este 2020 tan extraño y plantear el visionado tanto presencial como virtual.
Varias de estas proyecciones están siendo protagonizadas por creadores alaveses, varios de los cuales la semana pasada, durante la presentación del festival, pusieron en valor el momento actual de la producción en el territorio, una idea que Sojo comparte. “Estamos en un momento malo en general por la pandemia, eso es evidente, pero lo cierto es que se está pudiendo rodar y aquí, por ejemplo, se están realizando bastantes cortometrajes, sin olvidar los proyectos de largometrajes y los estrenos de películas como Ane y Baby, algo que se produce también por las líneas de ayudas generadas por el Ayuntamiento de Vitoria y la Diputación de Álava gracias a a iniciativa de Apika”.
En este sentido, el también realizador alavés sostiene que “éste es un buen momento, aunque no el mejor por la pandemia. Pero tenemos una buena base para que la gente de aquí siga tirando. Ahora podemos sacar pecho porque estamos haciendo cosas muy bien y tenemos mucho talento. Es un buen momento para reivindicar el audiovisual que se está haciendo en Álava”. Cortada es un buen ejemplo de ello y así lo van a poder comprobar quienes acudan entre hoy y el sábado, bien de forma física o virtual.