Por supuesto, esta sexta edición va a ser diferente. La pandemia obliga. Pero Mazoka no quiere rendirse. La hoja no se queda en blanco. Como Mercedes deBellard plasma en el cartel de este año, la ilustración, como la naturaleza que ella representa, se abre camino. Así que el festival se prepara para un 2020 en el que la relación online tendrá un peso específico, pero en el que también el evento saldrá de Gasteiz para vivir una decena de "fiestas del dibujo" en otros tantos puntos del territorio. Todo ello en un año en el que la cita, como ya publicó este periódico, ha recibido un 45% más de solicitudes para tomar parte. "El nivel que hemos conseguido con la selección de los 40 mazokalaris es increíble", sonríe Marta C. Dehesa, motor incansable de esta apuesta que se crea en colectivo.
Es evidente que el covid impide llevar a cabo la feria en el antiguo Depósito de Aguas, evento que se traslada a internet a través de www.mazoka.org. Desde este jueves hasta el día 20, cualquier persona podrá acceder a este espacio y encontrarse con información individualizada de cada una de las 40 personas seleccionadas. Cada artista tendrá un perfil donde se mostrará su experiencia, trabajos, web y tienda donde adquirir, ya que la compra, de producirse, se hará de manera directa a cada creador. Un plantel de autores en el que se puede encontrar a figuras como Sonia Alins, El Dios de Los Tres, Laura Mestre y Gabi de La Merced, y también primeras referentes vascas como Elena Odriozola, Sandra Garayoa, Iraia Okina y Zuriñe Aguirre.
Ilustraciones tanto originales como reproducciones en diferentes técnicas y estilos, cerámicas, camisetas, cuadernos, bolsos, pañuelos, pins, parches, pegatinas, tazas, agendas..., la variedad será, como siempre, la característica. Los mazokalaris tomarán parte, además, los días 13 y 14, en un maratón de entrevistas a través de internet para, en la medida de lo posible, simular ese contacto presencial tan apreciado que se da en el Depósito. Eso sí, el espacio de Montehermoso no va a estar vacío.
Desde este sábado, se realizará en lo alto de la colina una exposición con obra de todas las personas seleccionadas. Así, el público tendrá otra manera de acercarse a su obra y también adquirirla, puesto que cada espacio irá con su correspondiente código QR, que remitirá a la tienda online de cada artista, un método que se usa en paralelo en el amplio catálogo que ha editado Mazoka. La muestra estará abierta hasta el 20, realizándose visitas guiadas los fines de semana.
Junto a estas propuestas, el festival también iniciará una nueva vida por el territorio. El viernes arrancará su camino en Nanclares de la Oca a las 17.30 horas, horario que se repetirá en casi todos los casos. Luego se seguirá por Amurrio (7), Zuhatzu Kuartango (el 8 a las 12.00), Labastida (11), Artziniega (18), Izarra (26), Dulantzi (27 a las 12.00 horas), Agurain (28), Maeztu (29) y Laudio (2 de enero de 2021 a las 12.00 horas).
En cada localidad, habrá una pequeña muestra expositiva y de venta correspondiente a los mazokalaris seleccionados, habrá un taller para los más pequeños, y se instalará el ya conocido ilustramatón. A esto se unirá una acción específica en torno a la imagen diseñada por deBellard.
En cada municipio, aprovechando escaparates comerciales, se planteará una intervención artística mediante vinilos. La pieza, su proceso de trabajo, técnica, aplicaciones, discurso artístico y mensaje, así como la importancia del dibujo en genera, será lo presentado y expuesto en cada localidad para que la ciudadanía pueda acercarse el día de cada presentación a conocer más y mejor la pieza que va a formar parte de su paisaje. Esto, en el caso de la capital alavesa, se llevará a cabo también en el barrio de Zaramaga (el día 12).
De esta forma, la imagen de esta sexta edición cobrará diferentes vidas. "Estoy emocionada con que éste sea mi primer trabajo profesional hecho en Euskadi", apunta la creadora andaluza, quien desde hace dos años es una nueva gasteiztarra, ciudad en la "me siento como en casa". Dentro de su reconocida y valorada trayectoria internacional, la autora presenta en este caso un cartel inspirado en la naturaleza y la mitología vascas. El resultado es una mujer "que nos protege" mientras "dibuja su propio mundo" de flores, plantas y árboles.