- Cuando Roberto Potis y Nacho Martín unieron sus ya extensos caminos musicales en Acoustic For All, la idea, como dicen ambos, se explicaba de manera sencilla: “coger la guitarra y tocar las canciones que siempre nos han gustado de una manera distinta”. Sobre esa base, es imposible resumir en pocas líneas la cantidad de escenarios que fueron conquistando, editando además un primer disco que vio la luz el año pasado. Pero en esas actuaciones, entre la mirada acústica y personal de los dos a clásicos de Van Halen, Gary Moore o The Beatles, también fueron desgranando composiciones propias interpretadas en su día con sus respectivas bandas anteriores. “Vimos que la gente nos preguntaba mucho por esas canciones”, un interés que, unido a la llegada a la formación de Rubén Azkura, puso sobre la mesa la posibilidad de volver al estudio.

Dicho y hecho. Apuremos el tiempo es ya una realidad tanto en su versión digital como en su formato físico, aunque en este caso, ante la imposibilidad de hacer conciertos donde vender los CD, el público los puede solicitar en el mail acousticforall65@gmail.com. De una forma u otra, se encontrará con ocho composiciones que, en su mayoría, tuvieron una primera vida eléctrica y que ahora inician otro camino. “Todas son nuevas en realidad porque todas tienen nuestro estilo actual”, apuntan los componentes del trío, que subrayan que el “del acústico es un terreno que queríamos experimentar, una forma de hacer y entender la música que es más complicada de lo que parece y que requiere mucho trabajo”, como se puede comprobar en cortes como No volverás, Tú y yo, y Día tras día, por ejemplo.

Grabado en la capital alavesa durante el confinamiento, el álbum -que cuenta con diseño de Sandra Martín- todavía no ha podido ser presentado en directo como tal, aunque así se iba a hacer este mes. Toca esperar, aunque la banda deja claro que en ningún momento se ha planteado la posibilidad de no publicarlo por el coronavirus. Todo lo contrario, sigue trabajando para estar listo en cuanto se recuperen los conciertos, sin descartar futuros regresos al estudio. Ahora es el momento de la escucha, de que el público se deje llevar hasta Días de escuela, el último corte del trabajo y el único que no lleva su firma. “Son canciones muy amenas, pero es importante también el mensaje que lanzamos. Son textos hechos a conciencia y realizados, en ocasiones, con la intención de remover las mentes” tratándose temáticas distintas, desde el machismo hasta el intento de algunos nostálgicos por reivindicar pasados nefastos.

Así lo comprobarán quienes se asomen a un trabajo nacido en un año extraño pero en el que a la banda le ha dado hasta para publicar hasta un vídeo realizador por David Blyth. No hay descanso para una banda que comenzó siendo un dúo para convertirse en un trío, un paso en el que, como explican los músicos, “el acoplamiento no ha podido ser más fácil”. Ahora solo queda volver a recuperar el ritmo sobre las tablas y junto a los espectadores.

Buena parte de las ocho canciones que componen el trabajo son temas ya interpretados por sus autores con otras bandas

Grabado durante el confinamiento, el disco ha salido ahora, mientras se espera poder recuperar la agenda de conciertos