- Su hermano ha buscado dónde se van a trasladar los dos. La casualidad es la que ha decidido. Un dedo en un mapa. Y señala a Vitoria, a una ciudad desconocida para él, que entra en internet para saber un poco más sobre ese lugar al que se va a trasladar desde las tierras belgas que le vieron nacer, aunque su trabajo de fotógrafo le lleva de manera habitual por ciudades como Nueva York.
Lo primero que se encuentra es una imagen. En ella aparece una gran plaza y miles de personas reunidas para ver como un señor va a ser lanzado desde un campanario. “Imagina lo que piensa”, sonríe Marta Lobo, que hace unas pocas semanas vio cómo se publicaba su duodécimo libro, La absurda ley de Murphy & Jones.
Al igual que los anteriores, este nuevo título camina con paso firme por la senda de la novela romántica y, por lo tanto, “se trata de que chico conoce a chica, en eso está todo inventado, igual que en el género policiaco, el histórico o lo que se quiera”. Así que él (Jero) conoce a ella (Lara) porque terminan compartiendo edificio y encuentros en la escalera. Y ella, que regenta una bakery, se ofrece a hacer de guía por las calles de Gasteiz.
“Tenía la necesidad de ubicar la historia aquí porque nuestra ciudad es muy conocida últimamente por la novela negra, sobre todo por los libros de Eva García Sáenz de Urturi. Se organizan visitas guiadas sobre esa Vitoria oscura, sobre El Sacamantecas y demás. Pero yo quería darle un poco de color a Vitoria dentro de la literatura”. Es más, como ha hecho en sus libros anteriores, la autora alavesa incluye -tanto en la versión en papel (a través de un código QR) como en el formato digital (con links en los dispositivos con acceso a internet)- informaciones sobre los lugares que aparecen, desde restaurantes como La Escotilla hasta lugares como la ruta de los murales. Hace lo mismo con las localizaciones belgas que usa o de algún otro punto del globo que aparece en el argumento.
De todas formas, la historia empieza de una manera un tanto brusca, con una pelea entre la protagonista y su hermana gemela, una mujer conocida que parece jugar el papel de “mala de la película”. “La verdad es que en estas semanas que lleva el libro disponible la respuesta está siendo muy buena, aunque al principio pensaba que podía ser un problema el hecho de que ha salido un poco larga. Aún así la gente está devorando la novela. No deja de ser curioso cuando alguien me dice que ha leído en dos días lo que a mí me ha costado escribir ocho meses”, apunta Lobo.
Al igual que en sus creaciones anteriores, la escritora apuesta por un estilo cercano “incluso un tanto irreverente” que sea “fácil de leer” ya que, al fin y al cabo, “escribo como hablamos; es una de las cosas que más destaca la gente que me lee, que escribo las cosas como si se las estuviese contando a una amiga o a un amigo”.
Así lo hará, a buen seguro, en su próxima producción, que ya está más que perfilada. “Tengo todo: la escaleta, la portada, la sinopsis, el título..., solo falta escribirla” dice consciente de que la llegada hace muy poco de un nuevo miembro a su familia -casi al mismo tiempo que su último libro- va alterar un tanto las horas frente al ordenador para seguir escribiendo.
“Es curioso cuando alguien te dice, como en este caso, que se ha leído en dos días lo que a mí me costó ocho meses escribir”
“Quería darle color a la ciudad, no todo en ella, dentro de la literatura, tiene que estar relacionado con la novela negra”