- Tras la exitosa quinta edición del mercado de dibujo e ilustración de la capital alavesa, y con la fórmula ya asentada pero manteniendo las ganas de evolucionar e innovar, todo hacía presagiar que este 2020 Mazoka seguiría dando pasos hacia delante. Sin embargo, la aparición del covid-19 en marzo trastocó todos los planes, como es evidente. Aún así, el proyecto no ha querido que este año se quede en el limbo. Aunque no va a poder llevarse a cabo como en ocasiones anteriores, sí va a celebrarse uniendo propuestas presenciales y virtuales.

“En esta ocasión, puesto que no podemos garantizar la distancia de seguridad social recomendada y el aforo tan reducido del espacio que nos ha venido acogiendo año tras año, la web de Mazoka será la principal fuente de tráfico este año para poder descubrir y adquirir una obra ilustrada”, explicaron ayer desde la organización. Nacerá así Mazo(K)asa, una página que contará con el perfil de cada participante seleccionado, con enlaces a su biografía, imágenes de sus obras y un breve vídeo de presentación. Desde la galería se podrá acceder a la tienda personal de cada creador.

Para ello, desde ayer está abierto el plazo para que los autores interesados puedan presentarse para ser mazokalaris. La convocatoria para elegir a los 40 participantes se cerrará el 23, el mismo día en el que también se pondrá el broche a la posibilidad de postularse para la beca #Bekikasle, dirigida a estudiantes de ilustración, animación, diseño y arte. El fallo del jurado -los trámites se harán a través de www.mazoka.org- se dará a conocer el 2 de noviembre.

Con todo, “no nos olvidamos de la magia de disfrutar en directo de las ilustraciones y obras de los mazokalaris” por lo que en esta edición se hará en el antiguo Depósito de Aguas de Montehermoso -sede habitual del mercado- una exposición con obra de la cada una de las personas seleccionadas. “La idea principal es hacer una recreación artística del festival”. En la muestra, cada artista estará también representado a través de códigos QR para remitir a los asistentes a los, por así decirlo, puestos virtuales. Además, se editará, por primera vez, un catálogo de autores. La exposición se abrirá el 5 de diciembre y se podrá visitar hasta el 20 del mismo mes.

En cuanto a la programación paralela de actividades “evidentemente habrá cambios”, aunque tampoco en este caso se quiere tirar la toalla. Ya se está trabajando, de hecho, en una agenda con la idea de recuperar las calles “de forma modesta pero con ilusión renovada”. Con todo ello, el certamen “seguirá siendo un referente de calor, color y ocio navideño para nuestras vecinas y vecinos”.

Al fin y al cabo, el festival podría haber optado por el aplazamiento hasta 2021, pero el equipo liderado por Marta C. Dehesa ha sabido adaptarse a las circunstancias para, en la medida de lo posible, no fallar a las miles de personas que en las cinco ediciones anteriores han confiado en la oferta de Mazoka, un gran punto de encuentro para compartir en torno a la ilustración y el dibujo.