- Esta vez tiene que ser la buena. No puede ser de otra manera. La compañía gasteiztarra El Mono Habitado, que ha recuperado con fuerza su agenda de actuaciones dentro y fuera del territorio tras el parón ocasionado por el covid-19, se adueña este viernes del Principal para traer por fin a casa la versión extendida y para sala de Benditas. Será a partir de las 22.00 horas cuando se haga el milagro, quedando todavía entradas a la venta por 10 euros si se adquieren a través de internet y 12 si se pasa por la taquilla del centenario teatro. Cabe recordar que el aforo está reducido y que, por supuesto, la representación se seguirá aplicando al pie de la letra los protocolos de seguridad e higiene establecidos.

A finales del año pasado, espectadores y compañía se tenían que haber encontrado de la mano de este montaje que, en su momento, nació con la calle como escenario y en un formato más corto. Pero un problema de salud impidió poder llevar a cabo tanto la cita de la capital alavesa como el resto de la importante gira prevista. A eso, al poco tiempo, se unió el paréntesis provocado por la pandemia, lo que ha vuelto a trastocar todos los planes. Aún así, este viernes ya no habrá más excusas para reír y reflexionar gracias a los personajes a los que dan vida Begoña Martín Treviño y Carmen San Esteban, dos mujeres "salvajemente sencillas que pueden analizar cualquier cosa", según describe el director y dramaturgo Raúl Camino, que no duda a la hora de calificarlas como "dos filósofas anónimas".

En realidad no se puede contar demasiado del espectáculo. Hay un factor sorpresa y de desconcierto -lo que es una marca de la casa de El Mono Habitado- que hay que mantener oculto a la espera del público. Tal vez solo decir que sobre las tablas, los presentes se encontrarán con dos pastoras que tienen un altercado con algo que surge del cielo. "Es una obra llena de humor y también muy profunda", apunta Camino, que reconoce que "éste es el texto con el que más me he reído mientras lo iba haciendo".

Tres son las jornadas en las que se estructura el montaje. Quienes hayan visto la obra para calle reconocerán una de esas partes, pero nada saben de las otras dos. La buena respuesta que ha tenido la pieza original ha sido el motor para construir esta versión ampliada y para sala, que espera seguir la misma senda de éxito. "Hay humor, emoción... y el público se siente muy identificado con estas dos pastoras, sobre todo las mujeres", coinciden Martín Treviño y San Esteban.

Con la confianza que da poder presentar un valor seguro y la ilusión de volver a pisar un teatro -aunque la compañía lleva semanas participando en varias programaciones de calle-, El Mono Habitado espera además que los espectadores potenciales no se dejen llevar por el miedo ante la pandemia. "Las artes en vivo son seguras. Lo estamos viendo estas semanas. No hay ningún brote asociado a ellas. Y tenemos que seguir insistiendo en que ofrecemos propuestas seguras. Todos tenemos que trabajar por quitar miedos", subraya Martín Treviño. Así volverá a pasar este viernes con Benditas.

Todavía quedan entradas a la venta para, a partir de las 22.00 horas, dejarse llevar por esta invitación al humor y a la reflexión

Nacida para ser vista en la calle, el éxito de la propuesta llevó a Raúl Camino a hacer una versión más larga y ampliada para sala