- Hay quien lo define como el oro negro para las empresas electrónicas. Lo cierto es que su uso en esta época de nuevas tecnologías y dispositivos móviles es estratégico, más allá de que pocas personas sean conscientes no ya de su uso habitual, sino de la industria que hay detrás para obtenerlo. El coltán es sinónimo de progreso, pero también de esclavitud y sobreexplotación de los recursos naturales. Dos caras de la misma moneda, más allá de que la sociedad en su conjunto no sea o no quiera ser consciente de ello.
Es esa idea de las luces y las sombras de lo que, por lo general, se entiende como progreso en este siglo XXI la que sirve a Mike L y Javi D para bautizar su nuevo disco, un trabajo que estaba previsto que se hubiera publicado en abril, aunque el covid-19 ha retrasado un tanto los planes hasta ahora. Pero desde hace unas semanas, Coltán. Vol I es una realidad compartida con el público solo a través de las plataformas digitalesColtán. Vol I, aunque no se descarta su edición física en un futuro si, como parece, hay una segunda parte.
"Las primeras sensaciones están siendo muy positivas. Ha tenido una acogida muy buena; se está escuchando y se está expandiendo", apunta Mike L sobre un trabajo en el que es indispensable la aportación sonora de Mad J. Un total de ocho canciones componen un álbum grabado junto a Xabi Pombo en los vitorianos Ánima Studios VI, un disco del que en pleno confinamiento se lanzó el vídeoclip del tema Cashmere para ir abriendo boca.
Sin dejar de lado "canciones que igual son más vacilonas", la formación ha querido centrar la mirada en esas dos caras de la misma realidad que se vive hoy sirviéndose de la excusa del coltán. Por un lado, ese mundo cada vez más conectado que se supone que favorece la comunicación y el intercambio de ideas y propuestas. Por otro, cómo para conseguir esto se usa, sobre todo en el Congo, mano de obra barata que es obligada a trabajar en minas bajo unas condiciones pésimas. "No podemos discutir algunos avances concretos de nuestra sociedad, pero es verdad que, si lo miramos todo de una manera global, el resultado del progreso es bastante cuestionable. Es someter a unos para el bienestar y el privilegio de otros. Es la idea general que recogemos en este disco". En una propuesta en la que si los fondos son de peso, las formas tienen también su importancia.
Desde hace ya un tiempo, ambos vienen buscando de manera permanente cómo hacer evolucionar su música desde la base del hip hop. Su anterior EP, Trinidad. "Desde hace un par de años, nuestra intención es recuperar, a nuestra manera, el sonido West Coast, esa ola de finales de los 90 y principios de los 2000 en la costa oeste norteamericana, e intentarle darle otra forma, metiéndole nuestros contenidos", sin perder de vista que "lo que nos define son nuestras letras más que la propia música", indica Mike L.
De momento, la presentación en directo del disco va a tener que esperar. La pandemia ya les ha supuesto tener que suspender dos conciertos (aunque uno de ellos, correspondiente a las fiestas de Txagorritxu, se llevó a cabo de manera virtual), más allá de que la intención es poder hacer alguna actuación a lo largo del verano. Lo que no para es el ritmo de composición. "No nos forzamos, pero es rara la semana que, por ejemplo yo, no me pongo a componer algo. Pero de momento vamos a darnos unos meses de pausa y un poco más adelante nos meteremos al estudio. No solo se trata de descansar, sino que también hay que dejar que este álbum madure y lo podamos ver con un poco de distancia. En el frenesí de hacer canciones puedes llegar a tener la sensación de que te repites". Así que, de momento, el público ya puede disfrutar de este primer Coltán y de las reflexiones de Mike L y Javi D.